Mar 15 2010 Autobiografía. Bula Matari, historia de un explorador

Título: Autobiografía. Bula Matari, historia de un explorador
Autor: Henry M. Stanley
Editorial: Zeta Bolsillo
Frase: “Sé poco de mi verdadero yo, pero soy, a pesar de todo, el mejor testigo de mí mismo”
Crítica de VaP: Henry Morton Stanley, sin duda el explorador que más hizo por desentrañar los últimos secretos de la geografía africana, es una celebridad encadenada a una frase: “¿El doctor Livingstone, supongo?”. Pero Stanley no fue sólo el reportero que encontró al célebre aventurero en el corazón de África, sino, sobre todo, el encargado de arrojar luz definitiva sobre las fuentes del Nilo, el arcano geográfico que había traido de cabeza a los grandes sabios desde los tiempos de Herodoto. Sus orígenes humildes y atormentados, que pretendió enmascarar cambiando incluso de identidad (su verdadero nombre era John Rowlands), marcaron una personalidad férrea y una determinación admirable que le hicieron ganarse el sobrenombre de “Bula Matari” (quebrantador de rocas). De él se ha dicho que no dirigía expediciones, sino que capitaneaba ejércitos y que sus ademanes eran más de conquistador que de explorador. Sea como fuere, conocer por su propia boca los principales episodios de una vida de película contribuyen a atemperar esa imagen de hombre arrogante dispuesto a todo con tal de alcanzar su objetivo que algunos han difundido sin darle derecho de réplica. En este sentido, su autobiografía es, además de un relato de aventuras apasionante, una prueba de descargo.