Hawaii, la batalla del agua y el fuego

Por: Nacho Melero (Texto y fotos)
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Si os digo que la cumbre más alta del mundo mide más de 10000 metros, que no está en Asia sino en Estados Unidos, que hollé su cima sin apenas esfuerzo y que casi puedes alcanzarla en coche, pensaréis que, o soy un ignorante del todo, o me dejé la cordura aparcada en aquel lugar.

Sin embargo los científicos han observado, y los registros oficiales de los “Record Guinness” constatan, que el volcán Mauna Kea, y no el Everest, es con sus 10205 metros la montaña más alta de todas. El pequeño detalle que no todos conocen es que los primeros 6000 están bajo el Océano Pacífico. Así que a no ser que cambies la referencia habitual, uno sólo ve los últimos 4205.

 ¡Bienvenidos a Hawaii, una tierra de sorpresas!

Sin embargo Hawaii siempre será recordado por su Puerto Perla. Nombrar “Pearl Harbour” es invocar uno de los momentos más significativos del s.XX. Hoy en torno al puerto existe una gigantesca base militar que ayuda al gobierno de aquel país a controlar toda esa zona geográfica. Cuando llegué a las instalaciones y me paseé por los restos del USS Arizona, no pude olvidar la mítica frase que el Presidente Roosevelt dijo en el Congreso de su país el 8 de diciembre de 1941: “Yesterday, Dec. 7, 1941 – a date which will live in infamy”, y que dio pie a la declaración de “La Guerra de Guerras” por parte de un “Tío Sam” herido, y como no “sorprendido”.

Es muy curioso ver como si te haces con un mapa del lugar observas que ¡las islas están ordenadas por edad y tamaño según vas hacia el sudeste!

Pero permitidme que os cuente que en medio del “Anillo de Fuego”, que rodea casi todo el Pacífico, se encuentra este archipiélago volcánico y que antes de viajar a aquel lugar investigué por qué tiene tanta actividad geotérmica sin encontrarse en el borde de ninguna placa tectónica. Quien desveló el misterio a la ciencia fue J.T. Wilson, un geofísico canadiense que, en 1963, descubrió cómo un “punto caliente” (hotspot) recorre esas latitudes bajo la placa oceánica. Una especie de mastodóntico gusano subterráneo que se desliza con rumbo sudeste y quiebra la corteza terrestre a su paso permitiendo, con su incalculable energía, que el magma salga desde el manto hacia el exterior. Algo similar ocurre en el flamante Parque Nacional de Yellowstone en Wyoming, aunque ahí no hay todavía magma. Ya os contaré más tarde el por qué.

Las principales islas son Kauai, Oahu, Mahui y Hawaii. Conviene que no equivoquéis la isla de Hawaii con todo el archipiélago, aunque tengan el  mismo nombre. Es muy curioso ver como si te haces con un mapa del lugar observas que ¡las islas están ordenadas por edad y tamaño según vas hacia el sudeste! Rumbo que coincide con el de aquel “gusano”. Kauai es por tanto la de mayor edad y menor tamaño, y así de manera sucesiva hasta llegar a la novel Hawaii, conocida como “The Big Island”.

 los súbditos surferos del Gran Kamehameha I, ya sabían que Kauai era la isla anciana y calmada y Hawaii la joven revoltosa

Durante mi viaje por la isla de Maui, en el pueblecito de Paia, conocí a una hawaiana quienme aclaró el hecho de que antes de que existieran los geofísicos, sus antepasados, los súbditos surferos del Gran Kamehameha I, ya sabían que Kauai era la isla anciana y calmada y Hawaii la joven revoltosa. El motivo real, me explicó, era la ancestral pelea entre “Pele”, la diosa volcánica y su hermana mayor que con un nombre impronunciable gobierna los mares, y no un “hotspot” geotérmico como dijo el Sr. Wilson.

Antaño la fuerza de Pele había engendrado a la primogénita isla Kauai, pero en su pelea fraternal, la versión femenina y hawaiana de Neptuno, forzó a aquella a abandonar su recién construido templo. La atávica batalla entre fuego y agua ha dado forma a toda la cadena montañosa y submarina hawaiana.

Entendí entonces el verdadero motivo de la situación, el tamaño y las diferentes edades de los distintos hogares de Pele, ya que cuando abandona forzada una isla, al perder ésta su actividad, la erosión del mar roba dimensión al terreno apagado.

Hoy en día Pele vive en el Kilauea, un enorme volcán en “Big Island”. Sus ríos de lava subterráneos y los agujeros provocados en el suelo por su voracidad, manifiestan la titánica furia de la diosa, y como si de un malherido en la trinchera se tratara, nos muestra las tripas de nuestro planeta.

La virulencia de las erupciones es la palpitante presión sanguínea presente en una hemorragia descontrolada. Al menos eso es lo que pensé al sobrevolar en un minúsculo helicóptero aquella mole furiosa, y aunque por entonces no había conocido a mi erudita amiga, sí supe que estaba sobre un lugar mágico. Hoy sé que es la morada desordenada de un ser superior.

La virulencia de las erupciones es la palpitante presión sanguínea presente en una hemorragia descontrolada.

La enrabietada divinidad permite durante decenios que sus faldas se tiñan de verde selvático, y en cuestión de segundos cientos de soldados, con forma de árboles, arden desde sus raíces, sin poder huir. Sus lenguas de fuego se deslizan montaña abajo hacia otra batalla contra su eterna hermana, y es en la costa donde la contienda  tiene lugar.  La humareda da fe de ello.

No se sabe quien gana, porque aunque penséis que el agua siempre vence al fuego, debo deciros que  “The Big Island” sigue aumentando su tamaño, luego se lo está robando al mar, otra sorpresa.

Pero mitología aparte, en la isla de Maui, hablar del santuario que tienen las  ballenas jorobadas, es hablar de otros seres majestuosos. Los encuentros con aquellos conmovedores animales no tienen parangón ya que te saludan con sus bestiales aletas como si te esperaran. Se trasladan con precisión a lo largo de miles de kilómetros, desde las gélidas aguas del sur de Alaska, que además son verdosas por la enorme cantidad de nutrientes que tienen, hasta las cálidas aguas hawaianas, turquesas por esa escasez nutritiva. Así que en el verano boreal se alimentan y desarrollan, y en el invierno, se aparean y crían mientras están a dieta. Yo estuve allí en febrero del 2008. El espectáculo de saltos que ofrecen, mientras se muestran elegantes y contentas a los demás miembros de su colectivo, es emocionante. 35000 kilos en vuelo aterrizando sin estilo contra el agua, os aseguro es un enorme “planchazo”.

En momentos como ese, al igual que al sobrevolar el Kilauea, la Naturaleza golpea por detrás tu hombro y te pregunta con un gesto altivo, cuál es la opinión que te merece semejante despliegue. Entonces te conectas a «Ella», y de manera humilde y discreta le pides disculpas si en algún momento le hiciste daño en tu vida cotidiana. Le aclaras que de haber sido así fue sin intención. Después tus neuronas, por arte de magia, se vuelven a conectar dejándote de nuevo sentir el deleite.

Por tanto Hawaii fue, es y será un archipiélago vibrante, hogar de la montaña más alta, de diosas furiosas y  ballenas espectaculares. Hawaii fue, es y será el reto casi imposible para muchos exploradores, antaño con sus navíos y sextantes, hoy con los equipos de vulcanología más avanzados que existen. De hecho uno de los grandes, el capitán James Cook, encontró su final allí en febrero de 1779. Algunos dicen que terminó como el plato principal del menú de los aborígenes, y todo el mundo cree que fue el primer europeo en descubrir este lugar al mundo occidental… pero acabaré entonces este artículo como lo empecé, y es con una gran sorpresa. Si os digo que hay indicios, y muy fiables, de que nofue el británico, sino un desconocido español, Álvaro de Saavedra Cerón, a las órdenes de Hernán Cortés, quien avistó por primera vez este lugar y que no avisó a nadie para que  no supieran de su magnificencia, ¿os sorprendería? Yo me quedé perplejo.

¡Ah! casi lo olvido, en Yellowstone todavía no hay magma, porque Pele, que no Pelé, sigue viviendo en la caldera del Kilauea.

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Comentarios (13)

  • mayte

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    Super interesante!!!!

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  • Carmen

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    Que bonito articulo!!!me encanta descubrir cosas nuevas de este increíble archipiélago.Mi enhorabuena!! Que maravilla!!yo quiero volver…..

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  • Borjoso

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    ¡¡Impresionante!!
    Después de leer este artículo conozco a alguien que se «morirá» por ir allí…

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  • juanaco

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    Cómo fluye el texto, cabronazo. Me lo he leído entre pestañeo y pestañeo. Enhorabuena.

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  • sociooo

    |

    espectacular Nachete !!!
    el dato, el mito, el escenario, la anécdota… simplemente GRANDES !!!

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  • Pilar

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    Genial cuñado! Eres un crack!!

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  • INES

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    De nuevo me has asombrado con un gran relato de un bonito lugar, lo tengo en la lista para visitar, quizás algún día¡¡¡¡ Mientras tanto con tu artículo he soñado un rato con ello. ALOHA Nacho

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  • Cliford

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    Despues de leer esta bella descripción , ya se donde pasar mis próximas vacaciones invernales . GRACIAS !!

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  • Beatiz

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    Genial Nachete! ¡Qué ganas de ir!

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  • Elisa

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    Muy original la descripción, espero poder corroborar este artículo en mis próximas vacaciones. Me ha encantado. Gracias!

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  • Mariasun

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    Y te lo querias perder este viaje…………, o eso nos hiciste creer. ¡ Que sorpresa y que alegria cuando apareciste en la habitación del hotel de Hawai!!!!!. Sin ti el viaje no hubiera sido igual, sin duda. ¿Y ese helicóptero en el que montamos y que nos paseo por las lenguas de fuego?. Si no habéis ido a Hawai, hay que ir. Son maravillosas esas islas. Nos reiamos mucho cuando leiamos que los primeros navegantes, que eran españoles, cuando las descubrieron, no lo querian poner en ningun mapa, para que nadie supiera donde estaban….. Y QUEDARSELAS PARA ELLOS SOLOS!!!!. No me extraña. Un beso Nacho, me has hecho volver a recordar esos momentos tan maravillosos.

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  • Nuria

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    Hola Nacho,
    Llevo 5 dias volando con un señor muy grande, un comandante muy especial y admirable,al que seguro conoceras y que me ha dicho que lea tus articulos, por cierto me encantan!
    Un beso desde paris, de Cliford y mio!

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  • Nacho, el autor

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    Sobretodo eso un tipo GRANDEEE, al igual que tus palabras.
    Gracias de corazón.
    Un beso Nuria.. no pares de seguirnos en viajesalpasado, un gran lugar donde saber qué visitar para ensanchar el alma… que en momentos cómo estos no viene nada mal.
    GRACIAS

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