La «poesía» de los campos de batalla

Por: Javier Reverte (texto y fotos)

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Escribía Graham Greene que “con el tiempo, incluso los campos de batalla parecen lugares poéticos”. Yo he visto unos cuantos en el curso de mis viajes, pues las indagaciones históricas me empujan inevitablemente hacia ellos. Y se conservan en general para el recuerdo, porque la mayoría de los hombres admiran más los triunfos en la guerra que las victorias en la paz. E incluso, en ocasiones, llegan a admirar sus derrotas. Hay muchos ejemplos: Balaclava, Trafalgar, Little Big Horn, el Ebro, Pearl Harbour… Somos sin duda una especie algo esquizoide.

El pasado año, mientras paseaba por el campo de Gettysburg –en donde en 1863 sufrió su gran derrota la Confederación frente a los ejércitos nordistas, durante la guerra de Secesión–, vi a un tipo que subía a una colina con una corneta en la mano. Se colocó al pie de una estatua del general Ulysses Grant y barrió el silencio de los bosques con un toque de silencio en honor de los muertos de hace siglo y medio. Unos años antes, mientras me encontraba en el tranquilo campo de Insandlhwana, Sudáfrica –el lugar en donde los zulúes masacraron en 1879 a un ejército inglés–, al poco vi llegar un coche del que descendió un matrimonio de turistas. Me pareció que oraban durante un rato y, al fín, dejaron un ramo de flores junto a un montón de piedras que guardaban una tumba. Muy cerca, pastaban cabras entre los túmulos, ignorantes de tanta gloria y barbarie humanas. Poesía pura, ya digo.

la mayoría de los hombres admiran más los triunfos en la guerra que las victorias en la paz

Sin embargo, debo de reconocer que hay un campo de batalla en el que mi emoción supera con creces la repugnancia que me produce la idea de la guerra. Me refiero a Maratón, el lugar en donde los atenienses derrotaron a los persas en el 490 antes de Cristo. El lugar, en una caleta situada a 42 kilómetros de la ciudad de Atenas, es hoy un centro turístico con hoteles, restaurantes, tiendas de “souvenirs” y gentes nórdicas que se achicharran bajo el sol. De aquella batalla tan sólo quedan un pequeño museo con algunas piezas que recuerdan el encuentro y piezas de la columna de la Victoria que los griegos alzaron en recuerdo de su triunfo. Y claro, en la explanada junto a la playa, se alza todavía el gran túmulo de varios metros de altura, en forma casi piramidal, en donde se enterraron los restos de los 192 atenienses muertos en el combate (los persas perdieron 6.400 hombres).

Lo importante de Maratón es que el ejército ateniense representaba a la primera democracia de la historia, mientras que el ejército persa representaba las ambiciones de conquista de un rey absoluto y tiránico. Diez mil soldados de la democracia derrotaron a veinte mil de la tiranía. Si hubiese sido al revés, quizás nunca más en toda la historia humana hubiera vuelto a florecer una democracia. Cuando el general Milciades, jefe de los griegos, dio la orden de ataque, estaba abriendo el camino de nuestros votos de hoy.
Por eso, en Maratón, me hubiera gustado tener una corneta para lanzar un toque de victoria.

JAVIER REVERTE

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Comentarios (15)

  • ana

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    Qué maravilla!

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  • Charly

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    Grande Reverte!

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  • Erika

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    Una vez mas, el maestro Reverte no defrauda. Enhorabuena a VaP!! Todo un acierto su fichaje. Fantasticos los reportajes

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  • Anne

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    Aupa Reverte! Como siempre, el maestro no defrauda. Enhorabuena a VaP por el acierto del fichaje.

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  • Quique

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    Interesante reflexión. Un lujo tenerte por aquí, Javier. Bienvenido!!

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  • Stepbystep

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    Pues a mi los campos de batalla me dan repelús…

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  • Mochilero

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    Hey Javier, que alegria leerte. No sabia que te prodigaras por la Red, ¿para cuándo nuevo libro de viajes?

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  • Teo

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    Sí señor, un buen artículo. ¿Va a estar mucho tiempor por esta página señor Reverte? Saludos

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  • Juancho

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    Magnífica crónica. Enhorabuena a VaP por el fichaje, y al fichaje por VaP!!!

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  • elisa

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    Gran R everte! Qué bien escribes!. Prodígate MÄS!.

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  • ontheroad

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    Pues estuve en Atenas, pero no sabia que Maraton estaba tan cerca. Gracias, Javier

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  • Maribel

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    Increíble. Un gran fichaje para VaP. Felicidades

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  • Paco Gómez

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    ¿Por qué tiene tan claro que los buenos eran los atenienses y los malos los persas? Grecia no fue tan perfecta

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  • isabel

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    Me impersiona y me gusta, pero em asusta la poesía de la guerra

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  • Lalo

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    Por desgracia, sin algunas batallas como la de maraton o como la que cuentan de Normandía mucha gente viviría sin libertad

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