Jul 04 2013 Los amaneceres más bellos del mundo

A esa hora en que despierta el mundo, madrugón, café y silencio: siempre compensa. Todo viaje se detiene al amanecer porque es la hora de la tregua, el momento donde el viajero entiende su paradero. Después queda el trajín de historias, la vida ajena pasando en bucle, los kilómetros de carretera… pero al amanecer sólo hay un viajero y un entorno, la lírica encaja entonces, el silencio, la paz.

1.- Desierto del Gobi (Mongolia)

Calculamos mal y tuvimos que esperar más de una hora en el coche a 11 grados bajo cero, fuera del ger mongol que nos había servido de refugio aquella noche. El mismo ger que se ilumina con los primeros rayos del desierto, junto a las dunas, lejos de todo lo demás.

2.-Ai Ais (Namibia)

Al sur de Namibia no hay nada. Sólo arena y desfiladeros, árboles solitarios y estepas. La soledad se enfatiza al amanecer, con una gama de rosas y rojos que despierta al madrugador como si aún estuviera soñando.

3.-Las Torres del Paine (Chile) 

Los cafés y las pastas nos reconfortaron en la intemperie del sur de Chile. Luego salió el sol y ya no necesitamos más consuelo para combatir el frío. Las paredes de las Torres del Paine se encendieron, todo cobró un aspecto onírico. Dicen que a veces se vuelven totalmente naranjas, o violetas, o rosáceas, según incida la luz del amanecer. A nosotros nos bastó aquella escena de punteros amarillos, de nubes y roca.

Aquella noche habíamos dormido en el coche, en algún pueblo del norte de Sudán. Me desveló la luz y saqué la cámara por inercia, para ver cómo despertaban el Nilo y sus palmeras.

4.-Pueblos Nubios (Sudán)

Aquella noche habíamos dormido en el coche, en algún pueblo del norte de Sudán. Me desveló la luz y saqué la cámara por inercia, para ver cómo despertaban el Nilo y sus palmeras. Grabé la paz de los pueblos Nubios a primera hora de la mañana. Después me di cuenta de que la paz de los nubios continúa todo el día hasta el ocaso.

5.-Esso (Península de Kamchatka, Rusia)

Si tuviera que escoger un amanecer, me quedaría con el de Kamchatka. Al norte de la península, en la localidad de Esso, el sol asciende despacio, sin prisa. La bruma de las aguas termales filtra la luz, la nieve suaviza el paisaje y sólo los 28 grados bajo cero fueron capaces de despertarnos del todo. Tuvimos el tiempo justo para grabar el amanecer antes de que la cámara sucumbiera al frío y dejara de grabar, tal vez como homenaje a aquellos planos.

6.-Mukasanga (Zambia)

Habíamos pasado la noche en la casa del director de la escuela de Mukasanga, un poblado de Zambia que se asoma a los ríos más salvajes de África. En este lugar, los búfalos y los cocodrilos invaden las pesadillas de los niños, pero al amanecer se despeja el miedo, la luz naranja saluda al pueblo y la vida poco a poco se abre paso con una quietud coherente con la magia del momento.

7.-Monument Valley (Estados Unidos)

Sólo hay una forma de ver amanecer en uno de los parques más hermosos de Estados Unidos: pasando la noche allí. Dormimos en un hogan, que es la cabaña tradicional de los navajos y la recompensa apareció en el horizonte recortando las rocas más cinematográficas del mundo, los perfiles de Monument Valley.

¿Qué nos hemos dejado..?

Cada amanecer es único y hay tanto momentos mágicos como personas dispuestas a levantarse con las primeras luces. Nosotros grabamos muchos amaneceres, pero resultaría absurdo señalar cuáles merecerían entrar en esta lista. Supongo que todos.