Serie Pacífico en DVD y Blueray
El mundo de equipaje. El primer libro de Ediciones ViajesalpasadoEl Maconde Africano de Javier Brandoli. Un libro de Ediciones Viajesalpasado

Posts Tagged ‘desierto’

Catar: el opaco reino que importa humanos

Por: Javier Brandoli (texto y fotos)
Catar es una rareza en el globo, un país donde la principal población del país es de otro país, India. Una de cada cuatro personas que vive en Catar es de la India. “Son la población principal”, nos explica Faisal junto a un indio que nos acompaña en el coche y asiente con la cabeza.
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Sudán: el mundo que todos soñamos

Por: Javier Brandoli (texto y fotos)
Dos kilómetros después estábamos en uno de esos lugares que uno nunca llega y cuando llega nunca olvida. Aquellas ruinas del reino Meroítico, continuador del reino de Napata, parecen tener sus raíces en las arenas del desierto que trepan por sus rocas. Sus 2300 años de vida las convirtieron en piedra, en águila, árbol, mentira o quizá en antorcha.
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Médanos de Coro, playas sin mar

Por: Daniel Landa
Junto al lugar donde bañan sus sueños los turistas, la naturaleza tropieza con los vientos del mar para formar una de las orografías más absurdas de Venezuela. Es una lengua de arena que no llega a la costa, que se queda sin playas, un desierto en miniatura, donde se supone deberían gobernar los cocoteros.
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Los últimos nómadas del Sahel II: “La escuela”
Por: Enrique Vaquerizo (texto y fotos)

Un día Malam y Gado el padre y el tío de Riskoi decidieron abrir el primer proyecto de escuela nómada en Sallaga, entre los escasos recursos de los diferentes clanes lograron reunir cuatro meses de sueldo de un profesor y levantaron una techumbre bajo la que guarecer a los alumnos los diez días de lluvia al año que el Sahel concede en Níger.
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Los últimos nómadas del Sahel (1): Riskoi
Por: Enrique Vaquerizo (texto y fotos)

En ocasiones buscar eso te aboca a rastrear sombras, en una persecución imposible al pasado, en cada lugar donde aterrizo busco una realidad que desapareció cincuenta años antes. Sin embargo estoy convencido que jamás ningún lugar podrá provocarme la misma impresión que sufrí en aquellas primeras horas de Tanout espoleado por la paranoia y el miedo.
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