“Soñamos con ser el primer equipo “negro” que corre la Vuelta a España o el Tour de Francia”, explica entre bromas Monde Mpongoshe, el director de una escuela de ciclismo enclavada en el corazón de Khayelitsha, la barriada más pobre de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica. “Somos el único equipo negro que existe”, incide.