Pasó de repente por las urgencias del calor. Este año se adelantó el "parto" y allí estábamos nosotros intentando entender aquel nacer. Casi lo más interesante era observar como lo observaban ellos. El culto a esa armonía; el delicado movimiento de miles de personas capaces de caminar mirando al cielo sin tropezarse; el silencio imposible cuando hay tantos, muchos, deambulando en tu entorno; el cuidado con el que tocaban las flores; los cientos de personas que encontramos en diversas ciudades arreglados con sus vestidos tradicionales para su cita con un árbol. Así, tan simple, un árbol.