Serie Pacífico en DVD y Blueray
El mundo de equipaje. El primer libro de Ediciones ViajesalpasadoEl Maconde Africano de Javier Brandoli. Un libro de Ediciones Viajesalpasado

Al Himalaya en bicicleta o cómo diluir la autoestima en un nanosegundo

Por: Ricardo Coarasa
Al Himalaya en bicicleta o cómo diluir la autoestima en un nanosegundo
Nos lo encontramos por casualidad en las calles de Lhasa horas antes de poner rumbo al campamento base del Everest. Es Richard, un bombero de Vitoria que viaja solo. Va a hacer nuestra misma ruta, los 1.100 kilómetros que separan la capital del Tibet de Katmandú, pero en bicicleta. De camino, se desviará a saludar a unos amigos al Sishapagma. Hoy me voy a dormir sintiéndome muy pequeño. Hay gente que tiene unos cataplines como ochomiles.
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Sera: entierros «celestiales» y el niño-lama español

Por: Ricardo Coarasa
Sera: entierros «celestiales» y el niño-lama español
El monje señala un peñasco por encima de 4.000 metros, al este del monasterio de Sera, donde se adivina una rústica casa de piedra. Los tibetanos, cuenta, cargan con sus muertos al alba hasta riscos solitarios como éste para despedazarlos a hachazos. Los buitres y los cuervos hacen el resto. En el país de las nieves no hay cementerios.
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El menú más barato del mundo

Por: Ricardo Coarasa (texto y fotos)
El menú más barato del mundo
Viajar al Tibet y no visitar un monasterio budista es como estar en Port Aventura y no subirse al Dragon Khan o ir a «Lucio» por primera vez y no pedir unos huevos rotos. La ventaja de pasar unos días en Lhasa antes de adentrarse en la cordillera del Himalaya -además de aclimatarse gradualmente a la altitud, que no supone ninguna tontería- es que en las proximidades de la capital del Tibet se sitúan tres de los más importantes: Drepung, Sera y Ganden.
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La fiesta de no cumpleaños del Tíbet

Por: Ricardo Coarasa (texto y fotos)
La fiesta de no cumpleaños del Tíbet
El empeño chino por celebrar por todo lo alto en Lhasa la creación de la Región Autónoma del Tíbet es, para la población autóctona, algo así como el no-cumpleaños de Alicia en el País de las Maravillas. Pura paradoja: una fiesta donde sólo hay globos (banderolas chinas, carrozas, un imponente estrado frente al Potala, consignas por doquier) y una tarta con las velas sin soplar.
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La odisea de ir al baño en Lhasa
Por: Ricardo Coarasa (texto y fotos)

La odisea de ir al baño en Lhasa
A simple vista, lo primero que sorprende es que el kora del Barkhor es, a la vez que recorrido espiritual, una sucesión de tenderetes callejeros, algo así como “la milla de oro” de Lhasa. A unos metros de los peregrinos que desgastan sus rosarios de cuentas, de los monjes que se arrodillan extendiendo sus brazos sobre el suelo desnudo, los comerciantes negocian con los turistas el precio de los souvenirs.
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