Los periodistas carroñeros y el mundo edulcorado
Por:
Javier Brandoli
Imaginen una foto igual en Las Ramblas de Barcelona. Un niño que lleva a otro niño en brazos, muerto, mientras su hermana llora a su lado. ¿La publicamos? Y ahora pensemos en otras fotos. ¿Aylan? Un niño muerto en una playa. Un bebé, mejor dicho. Dura también. ¿Había refugiados ahogándose en el Mediterráneo antes de él?