El principal mérito de Gante, que el viajero percibe en cuanto acumula en sus pies unas cuantas horas de caminata, es haber vencido la tentación de ensimismarse en su rico pasado medieval, languideciendo petrificada en los meandros de su historia.
Cualquiera que se acerque hasta aquí para caminar sus calles empedradas percibirá muy pronto la sensibilidad de un municipio que tiene por héroes no a políticos ni a generales, sino a un relojero, un poeta, un pintor y un herrero.
Remontar el Bósforo hasta el Mar Negro es navegar por la historia. De Eminönü, junto al puente de Gálata y muy cerca de la inconfundible Mezquita Nueva, parte diariamente el transbordador que hace la travesía hasta Anadolu Kavagi.
Brujas es una ciudad acostumbrada a mirarse en el espejo. De otra forma resulta impensable que haya sido capaz de conservar intacta esa belleza medieval que la convirtió en uno de los centros neurálgicos del comercio en la vieja Europa.
Adornando fachadas de edificios históricos, cincelado en espectaculares chimeneas, enraizado en fiestas populares, retratado en admirables vidrieras e, incluso, en marcas de cerveza. Bélgica no se ha olvidado de Carlos V.
"Hoy se murió David Bowie y luego entré en este café lleno de sol y vacío de gente y a unos decibelios exactamente propicios para mi alma ronroneante en la mesa de la ventana, justo enfrente del sol, y al otro lado el mar, sonó The man who sold the world".
"Guadarrama. Parque Nacional", de Eduardo Martínez de Pisón y con fotografías de Javier Sánchez, es una radiografía geográfica y sentimental de la sierra madrileña