Cuatro tesoros de la Patagonia desconocida

Por: Gerardo Bartolomé (texto y fotos)
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¡Tantos sitios ocultos tiene la Patagonia! Normalmente el viajero que viene de lejos para conocer algo de esta mítica región lo hace visitando alguno de los clásicos que ya tocamos unos posts atrás. Pero lo recomendable es que además de visitar uno de los “clásicos patagónicos” también aproveche para conocer y sorprenderse con un descubrimiento. La semana pasada propuse varios de estos sitios, ninguno de ellos reconocido como un ícono de la región pero sin lugar a duda todos ellos muy valiosos. Esta semana, con la ayuda de mucha gente que me escribió y dejó mensajes en Viajes al Pasado, he seleccionado cuatro de estos. Para hacerlo seguí algunas pautas:

Que sean de zonas distintas con distinta ambientación.
Que tengan distintos grados de dificultad o de comodidad, para que haya una propuesta para cada gusto.
Que esté relativamente cerca de un destino clásico para que pueda combinarse con él.

Dicho esto aquí van mis cuatro propuestas de la Patagonia desconocida, con las que cierro este recorrido de varios meses por tierras patagónicas. A partir de ahora, les espero en mi nueva sección en viajesalpasado.com, «Al Sur de América», donde trataré de acercarles propuestas sugerentes sobre esta parte del mundo:

Seno Almirantazgo y los canales fueguinos (Chile)

Esta zona del continente se encuentra casi tal como antes de la llegada del hombre. Infinitos canales y fiordos habitados por glaciares que descienden de las alturas. Específicamente en el Seno Almirantazgo se observa uno de los más bonitos parajes de la zona, Bahía Ainsworth. Para llegar allí la única manera es hacerlo en un cómodo barco que se puede tomar en la ciudad de Punta Arenas y se combina con el Cabo de Hornos y la ciudad de Ushuaia.

Esta zona del continente se encuentra casi tal como antes de la llegada del hombre. Infinitos canales y fiordos habitados por glaciares que descienden de las alturas

Salto del agrio (Argentina)

Este bonito salto de agua con mil colores y un llamativo arco iris se encuentra en la estepa norte de la Patagonia, cerca de la ciudad de Caviahue (acceso via avión a Neuquén), conocida por su centro de esquí. Toda la zona tiene una extraña geografía pero ciertamente ésta es la joya de la zona.

Capilla de Mármol (Chile)

Esta formación, junta con la cercanísima Catedral de Mármol representan una de las bellezas menos visitadas de la región. Un par de pescadores lo llevarán en lancha no sólo a rodear las piedras sino también a adentrarse en laberintos de apariencia gótica talladas por la química de de las cenizas volcánicas en el mármol de estas piedras. Una experiencia inolvidable. Se accede en vehículo desde la localidad de Coyhiaque en el sur de la Carretera Austral de Chile a la que se puede llegar en avión.

Miradores Darwin (Argentina)

El famoso naturalista inglés describió el lugar como donde se sintió más alejado de todo. Este lugar se encuentra a treinta kilómetros de la costera ciudad de Puerto Deseado, la pequeña Galápagos de Patagonia. Las aguas del mar ingresan dos o tres veces por año, muchos kilómetros de la ría, trayendo blancas arenas que contrastan con la roja piedra del cañón. Abajo, el pequeñísimo Río Deseado serpentea flanqueado por farallones de piedra que parecen custodiar su recorrido. Se accede al lugar en vehículo desde la ciudad de Comodoro Rivadavia a la que se llega en avión.

Darwin describió este lugar como allí donde se sintió más alejado de todo

Estos cuatro lugares no son los únicos que tienen la magia de lo bello y de lo desconocido pero representan algunas de las atracciones que la Patagonia se esmera en esconder del viajero.

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