En mares salvajes: el nuevo libro de viajes de Javier Reverte

Por: Javier Reverte (texto y fotos)

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Ya que, de cuando en cuando, pregunta algún lector de esta “web” sobre el asunto, diré que, para el próximo abril, tendré en librerías un nuevo libro viajero, al que he llamado “En mares salvajes (un viaje por el Ártico)”. No hay secretos sobre el escenario escogido, pues en el título ya queda señalado el lugar en donde transcurre la narración. Como todos los buenos viajes, fue inolvidable.

Pero fue particularmente emotivo porque contenía un reto: cruzar el Paso del Noroeste, navegar entre las islas, las penínsulas y las costas continentales del océano Ártico, a través de uno de los canales marítimos que unen el Atlántico y el Pacífico en las regiones más septentrionales del planeta.

La importancia del Paso, buscado con tenacidad por numerosas expediciones que comenzaron en el siglo XVI y concluyeron cuando Roald Amundsen pudo al fin recorrerlo en el año 1906, no es tanto un hito de la exploración como un hallazgo de signo comercial y, por lo tanto, económico. Viajar entre Europa y Asia siguiendo la ruta ártica, en lo que se conoce como navegación ortodrómica o del gran círculo, supone un ahorro de 4.200 kilómetros respecto a la ruta que atraviesa el Canal de Panamá.

No hay secretos sobre el escenario escogido, pues en el título ya queda señalado el lugar en donde transcurre la narración. Como todos los buenos viajes, fue inolvidable.

No obstante, el asunto era meramente teórico hasta hace poco, casi una entelequia, porque los hielos impedían el paso de los buques en muchos lugares del recorrido. Pero de pronto, en el verano de 2007 y a causa del cambio climático, los hielos se abrieron por primera vez desde que existe referencia histórica. Y se han seguido abriendo en los tres veranos siguientes. Durante casi dos meses, los barcos pueden navegar sin interrupción entre los océanos. Y eso es lo que hice en un barco ruso en el año 2008.

De modo que Europa y Asia ya están mucho más cerca por vía maritima. Pero las enormes ventajas que ello supone desde un punto de vista comercial, irán acompañadas de no pocos inconvenientes. Los grandes petroleros seguirán esa ruta, con el riesgo de vertidos y contaminación que ello acarrea. Al existir enormes reservas de hidrocarburos y minerales valiosos en la región, los países limítrofes –Canadá, EE UU, Rusia y Noruega, principalmente– entrarán en una implacable carrera por lograr el mayor pedazo posible de territorio y de aguas para su soberanía. Y ello supondrá, como es lógico, el establecimiento de bases militares. Los osos polares, las focas y las ballenas –por allí arriba no hay pingüinos– sufrirán el acoso de turistas y cazadores ocasionales. Y en las islas desiertas batidas por los vientos polares encontraremos pronto tiendas libres de impuestos.
De modo que, amigos, el Ártico camina también rumbo a la desolación.

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Comentarios (11)

  • ana

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    ¿Hay que esperar aun hasta abril? ¡Qué ganas!

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  • Pablo G. (madrid)

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    Tiene muy buena pinta la historia. Es usted un viajero incansable que pasa de África a Alaska y al Polo Norte. ¿De dónde saca tanto tiempo? Me da usted mucha envidia y es un placer leer sus libros.

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  • Thomas

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    Cuánto cuesta coger ese barco? Es ruso?

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  • Emilio

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    Yo quiero leeeerlo. ¿No sortearán ustedes algún ejemplar entre los lectores viajeros de su web? Sería un precioso detalle!

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  • Rosa

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    Reconozco que abril parece lejano cuando se trata de la espera de una nueva aventura tuya. Reconozco que el Ártico no está en mis planes de viajes inmediatos ni remotos. Reconozco que me da igual, que disfrutaré atravesando mares de hielos mientras me cuentas la historia del Paso del Noroeste, de sus exploradores y de tus vivencias.

    Tuve la suerte de escuchar tu conferencia en la CARM y no salí defraudada..o sí. Sí, porque no «pude» preguntar mil cosas que quería saber…Sí, porque mi timidez impidió que sacara tu libro de mi bolso y estamparas tu firma…Definitivamente, sí, porque me supo a poco.

    La murciana de la segunda fila.

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  • Ata

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    Esperaremos con paciencia a abril.

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  • Javier Reverte

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    Graciaqs, murciana. ¿Sabes que mi madre era de Murcia?. Creo que te recuerdo ne la segunda fila: sonreias todo el tyiempo…, ¿no?.

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  • Rosa

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    Sí, soy esa misma…tan buen observador como escritor. Saber que, además, tienes raices de mi tierra es sentir tus lecturas, si cabe, con más intensidad.
    Gracias.
    Rosa

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  • maria

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    Estoy encantada con la puesta en escena de este nuevo libro, los tengo todos,de ti javier eres fantastico ,no dejes de escribir nunca sobre tus viajes enhorabuena

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  • MereGlass

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    Promete ser un buen libro viajero, a ver si me lo leo antes de que empiece el invierno por eso de que al imbuirse emocionalmente en tales latitudes seguro que se contagia el frío:) Quería aprovechar esta ocasión para agradecerle que me permitiera descubrir con usted y su libro «El Sueño de Africa» el corazón del Congo, las fuentes del Nilo ¡y hasta las Montañas de la Luna! Siguiendo la estela de hombres comprometidos y magníficos exploradores como Livingston, Burton, Speak… Despertando en mi una gran fascinación por Africa que aún perdura

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  • angel mario gambero rueda

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    gracias por aprender.viajar,y sonrreir con sus libros leidos y releidos la sencillez y la sabiduria es dificil encontrar,desde melilla mis felicitaciones y un cuadrito de un jarron de flores africano…

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