The Great White Shark: Hegoafrikan Panic
Al mirar su boca abierta me pareció ver el mismísimo infierno. El gran tiburón blanco gobierna las aguas entre el océano Atlántico y el Índico, como si quisiera someter la vida de todos los mares. Se mueve con la calma de un asesino en serie y tiene los ojos inertes, beltza, como la muerte.