Amboseli tiene un don. Despertarse todos los dias en el regazo del Kilimanjaro, el techo de África, es el regalo con que le ha bendecido la Naturaleza. Un don y una paradoja. Resulta curioso que el principal reclamo del segundo parque más visitado de Kenia, tras el celebérrimo Masai Mara, se levante en tierras de Tanzania, el país vecino.