Reconozco que todo empezó con la segunda línea «rosa» de un predictor. Eine Frau überschwemmt im Glück, ein Mann in Unsicherheit gesperrt, und ein Gynäkologe Zeuge. «Laura, Mario ist auf dem Weg und. Ahora te pido que me dejes subir el Kilimanjaro»
Ella me dio su consentimiento y el doctor la aprobación.
Para saber cómo observan los dioses africanos a su continente, uno debe subir a la cima de este famoso volcán cónico.
Africa debería ser tratada como Reina Madre. Reina por ser hija de dioses y Madre por vernos nacer como especie. Su parentesco divino debe de ser cierto, porque una vez estás en la cumbre, para observarla, debes inclinar la cabeza hacia abajo y con ella tu mirada, ¿y qué es eso sino una reverencia?
Una vez estás en la cumbre, para observarla, debes inclinar la cabeza hacia abajo y con ella tu mirada
La montaña legendaria se puede subir por distintas rutas. Una es tan famosa que se la conoce como «ruta Coca-Cola». Dicen que es la más adecuada por su dotación, aunque la menos aconsejable por su popularidad.
Nosotros subimos por la ruta Machame, también llamada ruta whisky. La dura.
Y eso fue lo que nos metimos entre pecho y espalda, ¡62 kilómetros de un buen whisky “on the rocks”!
Fuimos desde el calor húmedo de la jungla, al frío seco de la cima. Desde los más de treinta y pico grados, a los menos “diecialgo”. De la fresca camiseta de algodón, al calentito saco de plumas.
La ruta Machame está diseñada para aquellos montañeros que prefieren el reto de la tienda de campaña, al placer del refugio. Así que una vez decidimos que la tienda era nuestra elección, Führung, Phillip, nos presentó a su equipo al ritmo del «Jambo Gana, Hakuna Matata» .
La ruta Machame está diseñada para aquellos montañeros que prefieren el reto de la tienda de campaña, al placer del refugio
Este cántico swahili se convertiría en un himno en ocasiones, y en un mantra en otras, ya que esos 5895 metros iban a exigirnos la mejor concentración que pudiéramos alcanzar.
Hoy productos frescos y agua mineral, mañana lata y agua de río” nos dicen. El presupuesto era limitado y con ello el número de porteadores.
Machame es una ruta exigente, se asciende mucho en poca distancia, aunque como contraprestación ofrece escenarios de cine.
Atraviesas cinco hábitats distintos y algunos de ellos serían indescriptibles para mi, de no ser por una buena fotografía. El hecho de que sea un volcán supone un aliciente al espectáculo visual. Los relieves, texturas y pliegues esculpidos en piedra enseñan las tripas momificadas de nuestro planeta.
Los relieves, texturas y pliegues esculpidos en piedra enseñan las tripas momificadas de nuestro planeta.
Machame es severa pero bondadosa. En muchas etapas duermes más bajo que el punto más alto que alcanzas durante la caminata, y eso es un seguro de vida, una regla de oro, para aplacar el mal de montaña.
Con la altura, la presión atmosférica disminuye y con ello la facilidad de intercambio de oxígeno en tus pulmones. Esta realidad te puede provocar en los casos leves o medios, dolores de cabeza, fatiga, náuseas, e inestabilidad, y en los extremos, puedes incluso caer en el coma. Esa asfixia tisular es conocida como hipoxia.
En las primeras etapas te ves fuerte y la emoción te empuja hacia un desgaste inútil de energía. Tras una buena conversación nocturna viene el insomnio de la ilusión. Un lujo inaceptable. Un buen guía te dirá que en la montaña, como en una carrera de fondo, debes trabajar el «después», si te sobran energías en el «ahora».
La montaña te irá robando calorías, y será necesario combinar la exigencia física con la dureza mental del montañero. El descanso es la clave de bóveda.
Recuerdo calambres, dolores de cabeza y alguna que otra náusea. Para combatirlos no olvidaré ni las comidas hipercalóricas sin apetito, ni el calor de mi saco, ni el aliento de mis dos grandes amigos, los hermanos Sancho, quienes no me dejaron sólo ante la “Promesa del predictor”. Dank.
Wir halten Klettern. Las nubes ya están por debajo y los ánimos están por las nubes.
Aus 3800 Meter sehen Sie keine Fauna, die eine Spannweite des Bodens überschreitet. Wir halten Klettern. Las nubes ya están por debajo y los ánimos están por las nubes.
Llegamos a Lava Tower (4600m), una enorme piedra con forma de diente de tiburón, y comenzamos el “descenso paradójico” hasta el campamento Barranco (3980m). Cada paso hacia abajo te acerca más a la cima.
Gigantes de varios brazos, primos de palmeras y hermanos de cactús, custodian el asombroso camino a Barranco desafiando las leyes naturales. Son los guardianes “brazudos” de Don Kilimanjaro.
Una enorme pared, Breakfast Wall, vigila el campamento y tiene tatuado un camino que debes salvarlo con pies y manos si quieres llegar a Karanga Hut. Lugar donde hechiceros y nigromantes pelearán por tu alma. Estamos en el corazón del mágico Kilimanjaro.
El conjuro de Karanga determinará si por tu pureza, África te abre o no las puertas de su sanctasanctórum… ¡y a nosotros nos las abrió!
Anticipo que en la última etapa salimos a las 00:30 Stunden. Salimos de Barafu, y hasta Uhuru, la cima, Wir erwarten 1.212 metros de desnivel y siete horas de sufrimiento nocturno. Más la bajada.