Паньлуншань: Граница Китая с варварами

Великая стена объясняет осуждение Тянься
Tramo Panlongshan, Великая стена. Хавьер Brandoli

Ascendimos entre matojos. Se escuchaba alguna cigarra. El calor de agosto se sentía en la cuesta. Olía a los árboles del verano. La muralla era como una culebra que serpenteaba por la cima de la colina. Un paño de piedras con almenas. Algunas estaban derruidas y otras casi intactas. Desde el precipicio, a nuestra espalda, se contemplaba el mundo de los bárbaros. Era inmenso, llegaba hasta Constantinopla, Lisboa o Tenochtitlán. Dos aves rapaces sobrevolaban nuestras cabezas. Nos sentamos a contemplar aquella obra infinita a derecha e izquierda. No había un solo ser humano. No lo hubo en toda la mañana. Escuchamos el viento y el silencio. Le dimos las gracias al cielo por su amenaza que nos dejó allí solos. Las nubes de gran tormenta flotaban a lo lejos. No apareció la lluvia, apareció China. Y la escuchamos desde su Gran Muralla. 21.200 kilómetros de muro levantado y reconstruido entre el siglo V a.C y el siglo XVI. А там, Я, entendimos el antes y el después.

Pekín tiene la piel de las ciudades levantadas para ser eternas. No son muchas en el mundo: Каир, Рим, Лондон, Париж, Нью-Йорк, Стамбул, Иерусалим, Москва, Ciudad de México… Quizá me dejo alguna. No hablo de su importancia actual, hablo de una pose, algo que las hace diversas. Son indestructibles, жестокий, llenas de contradicciones, очаровательный. Pekín es, de todas ellas, la más desconocida. Lo fue siempre. Lo es hoy. Почему?

Tramo Palongshan, Великая стена. Хавьер Brandoli

“Esta mañana llega al final su travesía, va a tocar un punto del mundo cuyo nombre era indiferente ayer mismo, pero hacia el que ahora se han vuelto los ojos de Europa: este mar, que empieza a iluminarse tan serenamente, es el Mar Amarillo y el golfo de Pechili, por el que se accede a Pekín”, escribe el francés Pierre Loti en su clásica obra ‘Los últimos días de Pekín”. El periodista llegaba a la desconocida China para cubrir las revueltas Boxer del 1899 к 1901.

La población china, tras décadas de abusos y sometimiento de las potencias europeas, se había revelado y había protagonizado una matanza de extranjeros para liberarse de su yugo. Это любопытно, однако, que Loti hable de un lugar indiferente para Europa. "Я не могу платить"В 1775, Asia suponía el 80% de la economía mundial. Las economías combinadas de China y la India por sí solas representaban dos tercios de la producción global. En comparación, Europa era un enano económico”, explica Yuval Noah Harari en su libro ‘Sapiens’. Buena parte de ese 80% de la economía mundial era indiferente para las potencias europeas. China era una potencia y era a su vez un misterio.

В 1775, Asia suponía el 80% de la economía mundial. Las economías combinadas de China y la India por sí solas representaban dos tercios de la producción global. En comparación, Europa era un enano económico

Hay una leyenda que asegura que China fue la primera gran potencia en navegar y “descubrir”, término hoy denostado, el Nuevo Mundo o Australia. El marino británico Gavin Menzies escribió un controvertido y famoso libro donde asegura todo eso: “1421, el año en que China descubrió el mundo”. El relato narra como una flota de más de cien barcos al mando del explorador Zheng He partió para contactar con todos los lugares y hacer pagar a los bárbaros los tributos. Esa filosofía viene de la piedra angular del pensamiento chino, Tianxia, que significa “todo bajo el cielo”. Según esa idea, el emperador chino debe gobernar todo lo que está bajo las nubes, lo que incluye a China y todo lo que no es China que es considerada la tierra de los bárbaros.

Los barcos zarparon para conquistar el mundo y cuando regresaron años después, el emperador que los había enviado, Hongxi, estaba muerto, y el nuevo, Zhu Zhanji, sintió miedo de que unos extraños le contaminaran su reino. “Zhu Zhanji permitió que el almirante Zheng He realizara su ‘canto del cisne’: un último viaje a La Meca, pero tras su muerte, в 1435, se desencadenó una completa xenofobia. Todos los viajes de las flotas del tesoro se interrumpieron, y el primero de toda una serie de edictos imperiales prohibió el comercio exterior y los viajes al extranjero. Cualquier mercader que tratara de realizar actividades de comercio exterior sería juzgado como pirata y ejecutado. Durante un tiempo, даже se prohibió aprender una lengua extranjera o enseñar chino a los foráneos", escribe Menzies.

Un siglo después, recuerda el canadiense Timothy Brooks en su fabuloso libro El Gran Estado, el cerrojazo era definitivo:  "В 1525, el emperador Jianjing cerró sus costas; no sólo las de Guangdong, sino las de toda China. Ningún barco con más de un mástil podría ya hacerse a la mar”.

Hutong Pekín. Хавьер Brandoli

China había levantado un muro por tierra, aquel por el que yo caminaba el 4 Август 2023, y un muro por mar. Lo hizo por miedo, por prepotencia y por desprecio. “Los vecinos del país eran tan sumamente débiles que el pueblo chino había llegado a tener la sensación de que ellos eran el mundo entero", escribe el ensayista indio Pankaj Mishra en su libro “De las ruinas de los imperios”.

Eso llevo al país a encerrarse en sí mismo. Se convirtió en algo exótico, en un gigante de pies de barro. “Lum, tal vez el único chino que había en Londres en 1793, despertaba una curiosidad considerable de la que no escapó el rey Jorge III. Sus caminos se cruzaron cuando el monarca paseaba por Hyde Park (...) Encantado con el encuentro, se supone que el rey exclamó: ‘¿Cómo? ¡Un hombre de China! ¡Un hombre de China! ¿Qué tal está?", narra Mishra.

Lum, tal vez el único chino que había en Londres en 1793, despertaba una curiosidad considerable de la que no escapó el rey Jorge III

Otra vez sorprende la fecha. Por entonces China era una potencia económica que pronto vería llegar a los barcos de los bárbaros a sus costas y descubriría que Tianxia era un mundo muy estrecho. Hasta entonces había permitido contados contactos. Misioneros portugueses y españoles, alguna representación comercial holandesa o británica, pero siempre eran expulsados o se les dejaba atracar lejos para no contaminar sus costumbres. Esta vez fue distinto. La llegada de los ingleses primero, y de los franceses, estadounidenses, portugueses… después, resultó una pesadilla que no lograban entender.

Las Guerras del Opio, donde los británicos obligaron a los chinos a abrir sus puertos y comerciar con drogas, y las posteriores conquistas japonesas, pillaron a sus élites desprevenidas. “El propio Liang Qichao (Político reformista, intelectual y periodista chino) se enteró de la modesta posición de China en el mundo cuando en la primavera de 1890 encontró en Pekín algunos libros chinos sobre Occidente”, escribe Mishra.

Ciudad Prohibida Pekín. Хавьер Brandoli

Eso desmoronó toda la mística que China había generado fuera durante siglos. El país de la porcelana y las sedas que describiera Marco Polo era ahora una patria de holgazanes sucios y salvajes ciudadanos. Su diáspora a inicios del siglo XX les llevó a todo el mundo. He encontrado su huella en Sudáfrica, México o Perú. Eran inmigrantes pobres, maltratados, a los que se consideraba que tenían costumbres perniciosas. “La adición al opio (irónicamente, una fabricación del comercio británico), el vendaje de los pies de las mujeres, la ignorancia y hostilidad hacia el mundo exterior y un apego sádico a la tortura (o eso se creía) convertían a China en un paria y a los chinos en seres no merecedores de un trato civilizado", recuerda Brooks.

He contemplado en Ciudad de México una exposición en el Museo de la Tolerancia donde narraban la cacería de chinos que hubo durante La Revolución Mexicana. "Я не могу платить"Algunos chinos fueron castrados y marcados con hierros candentes", Я объяснил,. La muestra enseñaba como en 1911, en la ciudad de Torreón, se masacró a 303 чинос. Los orientales, muchos llegados desde San Francisco, vivían bajo un apartheid como el que la población negra sufrió en Sudáfrica. В 1923, se promulgó una ley que impedía los matrimonios entre mexicanos y chinos.

Narraban la cacería de chinos que hubo durante La Revolución Mexicana. «Некоторые китайцы были кастрированы и отмечены раскаленными утюгами»

También en las viejas minas de Johannesburgo se les trataba como animales. Muchos chinos fueron llevados a sacar oro al Transvaal sudafricano. Se les azotaba atados al suelo e incluso se les practicaba un castigo venido de China que consistía en atarlos por su coleta y desnudos a una estaca en el suelo durante horas.

Cartel sobre el «apartheid» de los chinos durante la Revolución mexicana. Хавьер Brandoli

El resto es historia. China aprendió la lección. Hoy su creciente flota vuelve a zarpar por los mares. Se expande creando sus propios puertos por el globo. No cometerá otra vez el error de encerrarse detrás de un muro. Su ambicioso proyecto de la Ruta de la Seda, comercial y militar, quiere acabar lo que Zheng He comenzara hace seis siglos. Hoy los muros los levantan otros.

Y todo eso se entendía en aquel maravilloso tramo de la Gran Muralla, Palongshan, a 160 километрах от столицы, donde se escuchaba a las cigarras. Quisimos alejarnos de los tramos reconstruidos y atiborrados de visitantes. Y llegamos a aquel extraño espacio donde un guarda nos dijo que no podíamos pasar. Había amenaza de fuertes tormentas y era peligroso. Pero Toni, Наш водитель, un chino que habla perfectamente italiano, replicó: “no se preocupen, yo me sé un camino”. Y aquel camino llegaba a un imponente muro. И aquel muro resumía China. O eso creo, porque nadie de fuera parece entender este país. “Esta Ciudad Imperial, однако, era uno de los últimos refugios de los desconocido y lo portentoso sobre la Tierra, una de las últimas avenidas de la humanidad más secular, incomprensible para nosotros e incluso un poco mítica”, concluye Loti su obra.

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