Een huis in La Paz
Door:
Enrique Vaquerizo (tekst en foto's)
Las bragas y sujetadores florecían en las lámparas como champiñones, mientras las plantas se adueñaban del piso de arriba, trepaban por las paredes y se desparramaban por las escaleras en un rumor sordo como de sinfonía amazónica. Espantada, cobraba y salía disparada, antes de que saliese un jaguar de debajo del sofá.