De dag dat je stopt het zien van de zee…

Door: Javier Brandoli (tekst en foto's)
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Una amiga que Vivio aqui unos roku me dijo que un día llegaría en el que dejaré de ver el mar ...

Nl ocasiones vuelvo con el coche de la ciudad por un camino estrecho de arena y bacheado que atraviesa el matorrals, donde hay desperdigadas algunas casa de Cañizo, y me detengo un instante y miro al mar. Lo contemplo y pienso: "El día que Deje de verlo definitivamente Sabre que Llegó el momento de marchar". Una señal inequívoca de que me Perdí en la rutina del todo, nl las miradas que descansan ya cómodas en las sombras hastiadas de tanto mirar.

Lo contemplo y pienso: "El día que Deje de verlo definitivamente Sabre que Llegó el momento de marchar"

El mar es todo Alla donde vivo. En la foto lejana, en la que se ven un grupo de casas y al fondo unas islas, está “mi prestada casa”. Es aquella cabaña alineada de la derecha que se asoma al Índico. Algunas noches me quedó en silencio en mi pequeño porche fumando un cigarro y escuchando el batir del mar. Ander, me acerco a la hoguera que encendemos en la playa y miro una mancha infinita en la que se traslucen golpes de olas.

Alles is op zee, als toen onder het strand en hielp de vissers netten leggen ochtend trekken (algo que no hago mucho porque en cuanto me acerco me dejan tirando de la red mientras ellos me animan sentados detrás). Groepen van vrouwen en kinderen voor een uur slepen eeuwige netwerk, que pesa como el océano y que trae pequeños peces que son el alimento de decenas de personas que sin verlos viven cerca de mí. Viven allá, en el matorral infinito que comienza a nuestra puerta y termina en las altas dunas del Sahara, con sus casas incrustadas en una maraña verde donde sobreviven de sus pequeños huertos y de su pequeño mar, que las distancias para los descalzos son siempre estrechas en la inmensidad. Nunca sabes por dónde vienen ni por dónde se van.

Las distancias para los descalzos son siempre estrechas en la inmensidad. Nunca sabes por dónde vienen ni por dónde se van

Me gusta también contemplar el navegar difuso de los dhow con sus velas que yo creía de tela negra hasta que un día caminando por la playa me acerque a unos pescadores que las estaban remendando y descubrí que eran de un plástico parecido al de las bolsas de basura de mi ciudad. Creo que ya no las miro igual, a pesar de su lejana elegancia, perdieron el encanto que se diluye en el saber de que comparten algo con mis cubos de basura (no me ha dado por averiguar si las velas amarillas son las bolsas de papel reciclado). Toch, sus mascarones de madera en retirada me atrapan en los desayunos que se me pegan al amanecer.

Otras veces bajo a caminar o correr por la playa y avanzo hasta donde me dejan las olas, hasta donde caben mis pies en la arena. Lo hago poco por cuestiones de trabajo, que las horas se te caen de las piernas en un sitio en el que todo se retrasa por costumbre, derecho adquirido por vivir en este lugar. Casi te sientes un imbécil cuando llegas puntual, una mala manía que tengo, y ocultas avergonzado el ridículo hecho de haber llegado en hora. "Nee, niet, si yo acabo de llegar», verklaren het bezwete overhemd hebben gewacht op een uur in de zon.

En soms terug ontbijt, slapen tv kijken, lopen met de auto klimmen het zand zonder te stoppen een moment, waarnemen geen golven, Ik vergeet netwerken, dhows en vissers, stap uit het kampvuur zand en denken "fuck, Wat als ik op een dag stopt het zien van de zee?". Creo que la única forma que encontré para ser razonablemente feliz es no dejarme llevar por ese «pesimismo o realismo» del experimentado que envuelve su desgana en un destino que te proyecta como infranqueable: «dejarás de ver el mar». Hopelijk, als het zich voordoet, onthoud dit bericht en de moed hebben om te gaan.

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Reacties (9)

  • De Afrikaanse avontuur

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    Misschien wel een van de posten van jou die ik leuk vond, Xavier. Het lezen ervan heeft mij goede herinneringen van Vila do Indiase en Mozambique.
    Een knuffel!

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  • Javier Brandoli

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    Je was op dit strand en zag deze golven. Wat voor zin doet dit zonder de zee? Knuffelen

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  • Juan Antonio

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    Ik ben niet van plan om een ​​van de beste zeggen, maar dit artikel is overgebracht naar me je gevoelens en angsten, en oneindige gevoeligheid. De foto's zijn uitstekend. De droom strand…… en de routine is iets dat we installeren in ons dagelijks leven als we stoppen en kijken met nieuwe ogen vol verwondering. En het raakt van stemming, groot. Een knuffel

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  • Adalberto Macondo

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    Een van de beste artikelen die ik de laatste tijd heb gelezen, ondanks de afstand doet me denken aan La Guajira, noorden van Colombia, een plek van zand en zee betovert u.
    Groeten.

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  • Juanra

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    Fantastico Javier!!!!

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  • Daniel Landa

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    Nostalgie van een waarschijnlijke toekomstige… net bedacht een geweldig concept!! Trotseer, Brandoli en dat de zee zal blijven! Ese mar

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  • Juancho

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    Brandoli, uitstekend!! A nivel práctico diré que me encanta eso de la «mala manía» de la puntualidadsi ya te lo decía yoooooo 🙂 Sonrisa!

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