Había gente viva en Wadi Halfa
Había un olor a cloaca y desagüe de miserias. Había restos de animales podridos y unos enormes cuervos volando sobre nuestras cabezas con sus gargantas áridas gritando a las nubes. Había otra vez una lenta noche y un aire tan espeso que te taponaba las orejas.