Lucien Briet y el “divino cañón” de Ordesa
Y tales palabras no fueron pronunciadas por un aragonés –aunque bien pudieran haberlo sido-, ni siquiera por un español. Salieron de la boca de un francés, que llegaba al valle desde el vecino Gavarnie y nada más poner un pie por primera vez en el valle (1881) se confesó profundo enamorado del valle de Ordesa. Desde ese momento, el parisino Lucien Briet se convirtió en asiduo visitante del valle, sobre el que escribió diferentes obras.