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Hanami: ruta por el parto de los cerezos en Japón

Pasó de repente por las urgencias del calor. Este año se adelantó el "parto" y allí estábamos nosotros intentando entender aquel nacer. Casi lo más interesante era observar como lo observaban ellos. El culto a esa armonía; el delicado movimiento de miles de personas capaces de caminar mirando al cielo sin tropezarse; el silencio imposible cuando hay tantos, muchos, deambulando en tu entorno; el cuidado con el que tocaban las flores; los cientos de personas que encontramos en diversas ciudades arreglados con sus vestidos tradicionales para su cita con un árbol. Así, tan simple, un árbol.

Dominica: el manantial de los kalinago

Dominica fue toda esa naturaleza desbocada en una montaña hecha isla. Los españoles la ignoraron en sus primeros viajes por su orografía complicada. Los franceses e ingleses, que la colonizaron, la apreciaron por sus manantiales. El bíblico edén debe ser algo muy parecido a aquellas laderas verdes, con cascadas violentas, entre las que crecen flores extrañas de colores inciertos. El mundo puede ser distinto, Dominica lo es.

Texturas y colores de Yellowstone

El planeta puede ser un lienzo. Un trozo de tierra en la que se desparraman texturas y colores. Una tela de barro y piedra con olor a azufre, a pino, a agua enloquecida. Un sin sentido de humo, estelas verdes y vientos fríos. Las rocas se recuestan sin pasos en su lomo y en las laderas que partieron en dos a golpes de corriente se agolpan las bestias indecisas. El planeta puede ser un lienzo, a veces, sólo a veces...

20 años tarde en San Francisco

¿Qué más hacemos? Y se nos ocurrió una idea magnífica que hace siete años que no realizamos (viví cinco años en el sur de África y llevo dos años en México donde eso no existe): nos fuimos al Ikea de Oakland!!! Fue brutal, divertido, lleno de emociones. Con esa sensación ya sí de euforia tomamos un avión de noche camino de Salt Lake City. Joder, costó pero al final encontramos el SF irreverente que habíamos imaginado.

Recorrido por las iglesias desconsagradas de Nápoles

Estos y muchos otros lugares encerrados en las angostas travesías de Nápoles siguen alimentando las fantasias y las creencias populares desde siglos. Sitios que celan un pasado misterioso e insondable hecho de personajes legendarios, antiguas maldiciones, cerimonias esotéricas, logias masónicas y rituales supersticiosos.

Mister Tourist en el país de los persas. Crónicas de Irán (II)

Las rinoplastias están causando furor en el país desde hace un par de años, en especial entre la clase media alta. Por apenas mil euros, eliges una nariz a la carta que en el caso de la mayoría de chicas suele ser la misma, larga y rectísima para realzar las facciones. “En Irán las chicas no podemos mostrar mucho de nosotras, así que lo que puede verse, queremos que esté perfecto”, confiesa Neda.

Mister Tourist en el país de los persas. Crónicas de Irán (I)

Disparan unos contra otros, madres, tíos, sobrinos… incluso a sus propios hijos. Disparan abuelitos con bastón, y mujeres ataviadas con hiyab, negrísimas como cuervos. Desenfundan sus móviles y pasean entusiasmados con sus palos selfies al hombro. Si no tienes cuidado los iraníes disparan contra ti, mientras te abrazan sonrientes y te piden que mires al pajarito. La revolución selfie ha llegado al país para quedarse y entre las ruinas de Persépolis arrecia una balacera de flashes.

El Salvador: la playa de San Blas y el volcán Coatepeque

En medio de un conflicto, aún rodeado de violencia o grupos criminales, lo que se impone es la rutina de la vida. Porque casi siempre, salvo cuando caen bombas sin nombre, hay gente que vive allá con una cierta normalidad, niños que van a la escuela, negocios que abren para vender algo con lo que comer, puestos en los que se cocina, parejas que se enamoran y se desenamoran y amigos que conversan alrededor de una mesa.

París, a primera luz

Hay una hora en París, a eso de las 6:28, dependiendo de la estación, en la que la ciudad empieza a abrirse y emite, como si fuera un objeto extraterrestre, una radiación magnética que obliga, día tras día, mes tras mes, año tras año que pasa, a desear volver a verla nacer.

Rojo y negro en Managua

Fue una auténtica matanza. Una de las mayores masacres contra civiles de la Historia ¿Cómo podía ser que nadie supiera darme una dirección? Caminé con la sensación de no poder escapar del sol como tampoco del olvido.

La muerte del árbol de 500 años

¿Qué altura tiene? –“emm 25, 30 metros”- responde don Orlando, que ha ejercido toda su vida como boyero; ¿y qué edad cree usted que tiene? –“por ahí 500 años”- dice sin pensarlo mucho, como si no fuera un dato impresionante. ¡Pero es que este árbol ha estado aquí desde antes que los primeros colonizadores pensaran siquiera llegar hasta este bosque!

Ruta por los alrededores de Venecia

¿Y si algo se escondiera cerca de su canal y su laguna? No, no sería comparable, pero quizá el viajero se pierda lo que se esconde más allá de las tierras húmedas. Entonces comienza otra Italia, la del norte, con menos turistas y llena de encanto. Si tienen tiempo hagan esta ruta que aquí recomendamos

Y 25.000 kilómetros después… llegó el fin

mirábamos el mar, que en L`Agulhas se mece violento, en busca de las inexistentes sombras del horizonte. Y al entender que no estaban, que allí no hay rincones, entendimos que se acababa el camino y que habíamos llegado a nuestro destino. Y sentimos la emoción del niño que sueña y la del adulto que hace realidad sus sueños. Lo habíamos hecho, estábamos allí.

Un paseo por las entrañas de Estambul

Nuestro compañero lanza una bengala y enciende otra, iluminando en parte ese vacío, una inmensa sala medio inundada con el techo cuajado de bóvedas. En algunas paredes podemos ver excrecencias creadas por la humedad sobre lo que parecen inscripciones muy bastas. Estamos bajo el Hipódromo, junto al Palacio, y hemos recorrido una vía, antiguamente destinada a comunicar ambos lugares o para facilitar la huida entre ellos...

Canada: el conductor elegido para las noches de borrachera

La circunnavegación del globo sobre dos ruedas ya se ha hecho muchas veces y muchas más se hará. Como experiencia personal es de las más intensas que conozco, pero como empresa literaria está ya algo vista, puede que incluso demasiado. Actualmente se corre el riesgo de que se banalice y llegue a cansar por saturación a fuerza de lanzarse viajeros a la carretera con el único fin de contar sus experiencias en las redes sociales para devenir famosos o tener seguidores.
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