Jodhpur, India: la tierra de la muerte
Entonces, llegan a mis oídos notas musicales y una voz que comienza a cantar. A pocos metros de mí un joven, un niño apenas, ataviado con un traje tradicional toca el dirulba, un instrumento de cuerda. Lo acompaña con una letra que parece un lamento o, al menos, me transmitió melancolía.