El ataque de los piratas en medio del Atlántico
Por:
Pedro Ripol (texto y fotos)
—¡Joder, Pancho! —chillé—. ¡Es un barco pirata, la luz de navegación ha delatado nuestra posición y vienen a por nosotros! ¿Por qué…? Antes de terminar la pregunta ya me lo podía imaginar, mi corazón se aceleró. A gritos insistí a mi compañero:
—¡Pancho! ¡Pancho! ¡Coge el teléfono y llama a la Organización! ¡Tenemos a nuestra popa un barco pirata!