Los amaneceres más bellos del mundo
A esa hora en que despierta el mundo. Madrugón, café y silencio: siempre compensa. Todo viaje se detiene al amanecer porque es la hora de la tregua, el momento donde el viajero entiende su paradero. Después queda el trajín de historias, la vida ajena pasando en bucle, los kilómetros de carretera...