Pastores Nenets, los últimos nómadas de Siberia
Mientras el helicóptero que nos llevará de regreso se acerca, en un mar de renos, los pastores desmontan los chums y parten sin despedirse. La palabra “adiós” no tiene sentido para ellos, así como “gracias”. En este mundo duro e inclemente nada se pide, todo es de todos y nos hay despedidas pues la seguridad del reencuentro es general para todos.