Un barco entre los fiordos de Alaska
Decidimos hacer un viaje hacia la primavera. Queríamos dejar atrás el hielo, las noches adelantadas a la sobremesa, la bofetada del viento de la mañana, el mar de abetos: Alaska. Después de seis meses de frío, escapábamos al sur, como náufragos del invierno buscando una orilla con palmeras.