Como ojos salvajemente vaciados, la cuenca mutilada y seca de los grandes Budas de Bamiyán tiene coaguladas sus lágrimas de polvo bajo sus amputados pies. Los escombros que en su base se amontonan dieron cuerpo en otro tiempo a colosales figuras de Buda.
Kabul: corazón enfermo
Poderosas fortificaciones medievales dominan las crestas de sus colinas mostrando su alma guerrera. Al igual que el polvo, constantemente en suspensión por sus malogradas calles, la música se filtra por todos los recovecos.
Centinelas del camino
El paso de niña a adolescente se celebra con la pérdida de la virginidad de las mismas, de la cual se encarga la familia. Para esa ocasión llegan los tíos y primos, que van entrando en la cabaña y “haciendo mujer” a la niña.
Afganistán: puerta vencida
Afganistán está ahí mismo, a nuestros pies, pero al igual que en un mal sueño, lo inmediato se convierte en inalcanzable. En la nebulosa del sueño viajero que tenemos frente a nosotros reina el caos. Los victoriosos mujaidines, ahora espíritus confusos embriagados de lucha, se destruyen entre ellos y aniquilan todo lo que se mueva en su territorio tribal
La costa de las promesas
Al acercarnos encontramos un campamento de desactivadores de minas. Pernoctamos con ellos y, mientras charlábamos con estos jóvenes, costaba trabajo evadir la vista del tablón con las fotos de sus compañeros víctimas de estos artefactos asesinos. Ahora, cada vez que veíamos un cartel de “peligro minas” nos entraba un escalofrío.
Angola… Ave Fénix
Los esqueletos de los modernos dinosaurios de la destrucción yacen a ambos lados del camino. A nuestra vera se retuercen apocalípticamente los restos calcinados de carros de combate y las gigantescas serpientes negras que se divisan en la lejanía, al acercarnos, se convierten en convoyes militares arrasados por la demencia humana.
Encrucijada de caravanas
No hay nada más evocador en el vasto desierto que la impertérrita imagen de las legendarias caravanas. Nuestra idea de surcar cientos de kilómetros de Sahara para ir desde Ghat hacia la ciudad de Ghadames, tiene como objetivo seguir las huellas de las intrépidas caravanas que durante siglos recorrieron las arenas de este océano de arena.
La piel azul de Libia
Al sur, muy al sur, alcanzamos Ghat. Su fastuoso oasis alberga una ciudad agazapada en el umbral del magnánimo desierto. Su laberíntica medina conserva el sabor de tiempos remotos, cuando era una importante etapa de las rutas caravaneras transaharianas que cruzaban el desierto.
Libia, las piedras que hablan
Nos encontramos ante unos excepcionales documentos impresos en unas rocas que hace miles de años sirvieron de lienzos a unos hombres que en la noche de los tiempos plasmaron en ellos sus mensajes para la posteridad.
El desierto Negro de Libia
Sabha, la capital del Fezzan, es el punto de partida de todas las expediciones que desean adentrarse por esta apartada región del Sahara. La historia más primitiva de este incógnito territorio salió a la luz cuando se iniciaron las primeras exploraciones europeas hace apenas dos siglos.
Libia… corazón profundo
Las imágenes de las cristalinas y refrescantes aguas mediterráneas se van a disipar como si se tratasen de un escurridizo espejismo. Los templos, anfiteatros, columnas de la Antigua Grecia y del Imperio Romano se diluyen por el espejo de nuestro retrovisor y se convierten en un memorable recuerdo.
Libia… tal como éramos
De repente... un gran portazo. Libia, que nos tenía seducidos desde la primera vez que las ruedas de nuestro 4x4 mordieron sus arenas y nuestras botas pisaban ciudades fantasmas de otros tiempos... cierra sus puertas de una forma violenta. Se inicia una sangrienta guerra civil contra el dictador Gadafi.
“Tras las huellas de la reina de Saba”, Vicente Plédel y Marián Ocaña
Frase: “La reina de Saba continúa escurriéndose de todo y de todos”.