“Smithers: Me temo que tenemos una mala imagen, señor. Los ciudadanos lo ven como una especie de ogro.
Burns: ¡Debería triturarlos y comerme sus huesos!”. Los Simpson.
1. La jornada comienza a las nueve de la mañana. Twitter y cámara en mano me dispongo a recorrerme El Cairo para saber qué sucede más allá de las informaciones poco claras que circulan en internet. Todos sabemos a estas alturas que las elecciones están ganadas por Al Sisi, no hay emoción ni suspense. El otro candidato, Hamdin Sabahi, parece estar colocado para poder justificar las palabras “democracia” o “libertad”.
2. A las 10 se publican algunos tweets informando de una explosión sin heridos en El Mahalla El Kubra. Durante el día algunas cadenas informativas aseguran que es una información falsa. Otros aseguran que es cierta. No puedo evitar pensar que la verdad hoy en día no existe como tal, es una construcción que ha de ser filmada, y que como dice Baudrillard, no tiene lugar más que en su retransmisión. ¿Qué ocurre entonces cuando las evidencias son contradictorias? ¿Qué ocurre cuando todo puede ser verdad y mentira a la vez? ¿Es la realidad acaso una gran gata de Schrödinger, pudiendo estar viva y muerta al mismo tiempo?
La verdad hoy en día no existe como tal, es una construcción que ha de ser filmada
3. Visito varios centros electorales en Shoubra, Tahrir, Zamalek, El Zahir y Heliópolis. El ambiente que reina en las calles es de alegría. Los coches pitan y sacan banderas por las ventanas. La gente saluda y da flores a los militares que llenan las calles. Las mujeres bailan y celebran. Una chica joven, que hace fotos con su móvil, me mira y dice: “Déjalas que disfruten, son las últimas elecciones que van a celebrar”.
Me acerco a una de las mujeres que ha posado sonriente para mí, y le pregunto si cree que realmente las elecciones tienen algo de elección. Me contesta que no, pero que no quieren libertad, quieren al hombre que ha logrado echar del poder a los Hermanos Musulmanes y que ha conseguido que sean tratados como lo que son: terroristas.
La gente saluda y da flores a los militares que llenan las calles. Las mujeres bailan y celebran
Mientras me dejo contagiar (un poco) por la alegría colectiva, pienso que Al Sisi está jugando según lo previsto: La política, más allá de un manejo de la economía y del poder, va de imponer una verdad sobre otra, y para ello es necesario etiquetar al enemigo. Una vez identificado este enemigo, se le anula, se le acusa y se le declara públicamente como peligroso. Eso es lo que ha hecho Al Sisi con Los Hermanos Musulmanes y el grupo liberal del 6 de Abril. Ha utilizado la violencia y la represión como arma política, o al menos eso defienden un grupo de una decena de jóvenes que vota a Hamdin Sabahi y que comparte conmigo sus ideas. Me hablan también de la represión política, y de los 21.317 arrestos que han tenido lugar de junio a diciembre del pasado año, según Wiki Thawra.
Acaba el día con rumores de explosiones que no han sido confirmadas. Es agotador intentar encontrar algo real
4. Por la tarde las fiestas continúan, los partidarios de Al Sisi comentan que la participación es alta. Pregunto si hay datos oficiales y me señalan las calles. En Kerdasa empieza una protesta de los Hermanos Musulmanes y Mohamed Fathy, perteneciente al grupo que derrocó a Morsi, es asesinado. En uno de los centros electorales, uno de los hombres pertenecientes al partido de Hamdin encargado de controlar que las elecciones sean legales encontró una irregularidad y quiso denunciarlo a los militares, tuvo una pelea con uno de ellos y fue arrestado. Uno de los abogados del grupo de Hamdin intentó defenderle y fue golpeado y arrestado. Todo una muestra de libertad.
5. Declaran mañana como no laborable debido a la alta abstención en esta primera jornada. Acaba el día con rumores de explosiones que no han sido confirmadas. Es agotador intentar encontrar algo real. Miro las fotos y veo la alegría de la gente y creo que es una felicidad sostenida por las ganas de ser feliz, no por los hechos.