Kangaroo island: Australia en caravana

Como cuando uno recuerda a la mujer que siempre le enamoró, aún siento un nudo en el estómago cuando despliego mi mapa de Kangaroo island y recuerdo los kilómetros recorridos en aquella remota isla apenas unas millas separadas de la costa sur de Australia.

Como cuando uno recuerda a la mujer que siempre le enamoró, aún siento un nudo en el estómago cuando despliego mi mapa de Kangaroo island y recuerdo los kilómetros recorridos en aquella remota isla apenas unas millas separadas de la costa sur de Australia. Kangaroo island compensa cualquier desplazamiento. Por sí sola ya merece la pena viajar hasta casi nuestras antípodas. Allí la naturaleza se presenta en estado total. Su belleza se muestra sin contrapesos. La isla juega con tu mente y te reta a imaginarla más hermosa, más perfecta. Pero no puedes, pierdes por goleada.

Por sus poco más de 4.000 km cuadrados corren ríos, lagunas, bosques, vastísimos valles, senderos escoltados por arboledas, acantilados de ensueño, suaves colinas, árboles caídos por la acción del viento, hasta pequeños desiertos de arena y bahías donde uno quisiera pasar el resto de su vida. Habitan playas de arena blanca, de puntas rocosas, de piedras coloreadas con formas irreales… Sí, muchos tipos de playas pero todas con un nexo común: una belleza latente que queda reforzada con la gran soledad del lugar.

La isla juega con tu mente y te reta a imaginarla más hermosa, más perfecta

Destacar lugares es fácil y difícil a la vez porque supone situar unos sobre otros y todos son perfectos discípulos de esta isla mágica. Sería un error recorrer este rincón del Índico/Pacífico sin ánimo de no dejar nada inexplorado. Lugares como Island beach, Pennington bay, Snelling beach con su Constitution hill, Remarkable rocks, Ellen point junto a Vivonne bay o Western River Cove no dejan indiferente a nadie. No es casualidad que Vivonne Bay haya sido votada la mejor playa de todo Australia por los estudiantes de la universidad de Sydney.

Para nosotros no es la playa lo mejor, sino la bahía que la acoge. Sus límpidas, turquesas y cristalinas aguas, su embarcadero que acoge a simpáticos pescadores locales (sobre todo de cangrejos), sus zonas naturales para hacer picnic y su vegetación combinándose con arenas blancas e inmaculadas hacen de la bahía otro lugar mágico donde sentarse a admirar este privilegiado rincón de Australia. Vivonne Bay es otro de los lugares donde uno se alegra de haber elegido la caravana como medio de transporte para de conocer Australia, que te permite prepararte el desayuno, la comida o un simple café para acompañar la parada.

No es casualidad que Vivonne Bay haya sido votada la mejor playa de todo Australia

Al otro lado de la bahía (apenas 10 minutos paseando) se encuentra Ellen Point, un lugar donde las aguas del océano austral golpean con ímpetu los acantilados y las rocas mientras los fotógrafos despliegan sus mejores artes, los enamorados se abrazan con fuerza y los pescadores más expertos luchan contra el viento.

El punto más elevado de la isla es una colina llamada Prospect Hill, a la que se accede tras una subida de 510 escalones de madera. Desde la cima puede uno recrearse con el discurrir del American River, la serenidad de la Pelican Lagoon y la inmensidad del océano que rodea la isla. Fue Matthew Flinders, el descubridor de la isla, el primero en subir aquí y contemplar estas vistas en 360 grados.

En Ellen Point los enamorados se abrazan con fuerza y los pescadores más expertos luchan contra el viento

En Kangaroo island, las personas que se cruzan comparten el mismo gestoboquiabierto, se saludan en silencio y siguen disfrutando de sentirse cerca de los confines del mundo en un lugar que alimenta algo más que los sentidos y reconforta mucho más que la vista. Nos sentíamos felices. Era uno de nuestros primeros destinos en Australia y empezábamos a evidenciar que el país de los canguros es uno de esos destinos irrenunciables y Kangaroo island nos reportaba una gran felicidad. En aquél momento, la belleza era la vasija y nuestra felicidad el contenido.

La banda sonora de la isla es el viento, el mar y el silencio. Hasta la vida animal parece comprenderlo. Las lanudas ovejas y las bien alimentadas vacas dejan de comer a tu paso y te examinan reconociéndote un extraño. Hay que ir a la costa para escuchar a los lobos marinos y a las aves para consumar un crisol de sensaciones a cuál más satisfactoria. Los lobos marinos parecen perezosos y holgazanes, pero viajan enormes distancias. Lobos que retozan junto a las rocas en Kangaroo island han sido vistos en costas de Montague island o en la mismísima Nueva Zelanda. Son los llamados lobos marinos neozelandeses.

Las carreteras suelen estar acompañadas de canguros muertos junto a los bordes

Y los canguros. No hay que venir aquí para verlos, pues por todo Australia se encuentran pero son, desde luego, un acompañante de lujo más a la estancia en esta isla, afortunadamente muy cuidada por el turismo australiano. No son gratuitas las recomendaciones de no conducir de noche e incluso que varias compañías de alquiler no aseguren los accidentes que ocurren más allá de la caída del sol.

Las carreteras suelen estar acompañadas de canguros muertos junto a los bordes, aunque esto sucede en todo Australia. Los sustos iniciales vienen seguidos de las explicaciones de los “aussies” a la mañana siguiente. Y es que los canguros en la oscuridad y cegados por las luces, pierden la orientación y echan a correr para cualquier lado, con lo que resulta francamente fácil atropellarlos.

Notificar nuevos comentarios
Notificar
guest

1 Comentario
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Tu cesta0
Aún no agregaste productos.
Seguir navegando
0
Ir al contenido