He planteado este libro de ensayo como una introducción geográfica al mundo novelesco de Verne. Por tanto, no a toda su producción literaria sino sólo a la referida a sus decenas y decenas de libros de viajes y aventuras. He intentado abordar su original tratamiento de la relación entre la abundante e influyente base geográfica de sus relatos, unas veces realista y muchas otras fantástica, sin miedo a su mezcla, y las aventuras que se despliegan en tales terrenos. He tratado de seleccionar aquellos elementos que expresan sus paisajes preferidos, pues la magnitud de la obra novelesca de Verne no recomienda otro procedimiento en un ensayo geográfico.
Lo he expuesto de manera que permita pasar de modo gradual de lo general a lo particular: primero, con una consideración alegórica de las geografías fantásticas en general y sus conexiones o digresiones internas; después, con un repaso amplio del sistema de mapas novelescos de Verne, el atlas inventado o su planeta literario; y, finalmente, separando por temas geográficos sus viajes extraordinarios, sus crónicas y sus lugares imaginarios.
He planteado este libro de ensayo como una introducción geográfica al mundo novelesco de Verne
Al hacer este repaso, autor y lector recobramos un planeta, existente e inexistente, el “planeta Verne”, y además una Tierra que pasó, que se fue, en los hechos y en los sueños. Incluso muchas de las acciones futuristas vernianas son, por su tratamiento o por su cumplimiento o por su diseño, cosa pasada. Otras quizá estén por llegar, aunque dependerá su posible plasmación de cómo los tiempos nuevos las modelen y concreten. El libro nos lleva así por entretenidas divagaciones geográficas y literarias.
Por mi parte, es evidente que me complace escribir unas páginas sobre geografía fantástica, y especialmente sobre la creada o recreada por Jules Verne, adaptada a sus novelas de viajes portentosos y aventuras extraordinarias. Y así he seguido los pasos de sus Viajes extraordinarios por polos, mares, islas, montañas, cavernas, volcanes, ríos, bosques, estepas, ciudades, caminos, el aire, la luna, los cometas y el futuro.
He seguido los pasos de sus viajes extraordinarios por polos, mares, islas, montañas, cavernas, volcanes, ríos, bosques…
Este libro es, pues, un homenaje al geógrafo fabulador y maestro Jules Verne. Ha sido escrito con calma, saboreando cada lugar, cada isla, desierto, océano, selva, volcán o polo. Paso a paso, aventura a aventura, paisaje a paisaje, evocación a evocación, con la lentitud apropiada al ritmo de la naturaleza y con la emoción de la tempestad. El autor de este ensayo se ha detenido gustoso en los cuadros de la naturaleza descritos por Verne, ha asistido paciente (o palpitante) al desenlace de las peripecias de los personajes, ha estado presente en las erupciones de volcanes que no existen y bajado ríos interminables entre caimanes de papel.
En esos paisajes hay mares hermosos y crueles que complacen a sus marinos y torturan a sus náufragos
Esos paisajes que hemos visitado y que representan lo esencial de la Tierra de Verne tienen montañas que sugieren la mejor belleza del Planeta, cuevas que brillan como diamantes, volcanes en erupción que asombran a sus espectadores, regiones heladas donde se encuentra la poesía de la desolación, mares hermosos y crueles que complacen a sus marinos y torturan a sus náufragos, islas donde aprender a ser hombres o donde dejar de serlo, ríos que marcan caminos difíciles hacia fuentes perdidas, bosques que guardan secretos sin tiempo, desiertos sin concesiones hacia quienes penetran en ellos, ciudades que son como panales segregados por los hombres-colmena donde nuestros ideales y perversidades se manifiestan directamente, caminos que unen las regiones y los continentes para su mejor comprensión y bonanza o surgidos de la voluntad del caminante, el aire que nos rodea y preludia el despegue del suelo, y el cosmos, finalmente, que descubre nuestra insignificancia y nos llena de soledad en medio de un infinito desconocido. La naturaleza entera es a la vez maravilla, recurso, obstáculo y máquina indiferente –con sus fuerzas, reglas, caos o desenfrenos- a la circunstancia de su habitante, es decir, de ti, de mí, lectores entusiastas y terrícolas inocentes.
“La tierra de Jules Verne” (editorial Fórcola), de Eduardo Martínez de Pisón, se presenta en Madrid el próximo jueves 27 a las 19:00 horas en la librería Desnivel (Plaza de Matute, 6).