La vida allí transcurre con lentitud. Por la mañana, las mujeres se maquillan cuerpos y cabellos con una mezcla de barro, tintes naturales y hierbas aromáticas. Una lección magistral de erotismo
Tras atravesar Costa Esqueletos, un largo desierto que desemboca a los pies de un mar que ha dejado rastros de cadáveres de barcos por toda la costa, llegamos al Ongongo Camp.