La corta vida del bebé de Alberto y Dulce
Por:
Javier Brandoli (texto y fotos)
Pedimos dos copas de vino. Viene. Las pone en la mesa y de sopetón dice en voz muy baja “baby is gone” (el bebé se ha ido). Lo dice a bocajarro, como escupiendo la tristeza, mientras nos fijamos que sus manos le tiemblan compulsivamente. No pierde la media sonrisa hasta anunciando que su hijo se ha muerto.