Huan: la paradoja de la rotonda sin reglas

Esta es TU SECCIÓN. Queremos que nos envíes tu rincón preferido del mundo, con tres premisas: un minuto de duración, una cámara fija y un breve texto explicativo. Comparte ese momento, ese lugar, ese recuerdo inolvidable de tu viaje. Esta es una ventana abierta a las esquinas del mundo. Mándanos tu vídeos a: vap@viajesalpasado.com

Miren esta escena en la ciudad de Hue, en Vietnam. Mire si pueden cada vez a un sitio distinto. Quizá somos hormigas, como dicen muchos, más grandes, más voraces y más poderosas. Pero desde aquella altura, el mundo humano parecía un desordenado hormiguero. Sin embargo, esa rotonda sin semáforos que la rijan, con coches y motos entrando y saliendo, funcionaba perfectamente en su imperfección. Me pasé un tiempo embobado antes de sacar el teléfono y grabar la secuencia. En Hanoi y Ho Chi Min el tráfico es más enloquecido, la ciudad suena a claxon y embrague, pero aquello sucedía en un lugar tranquilo.

Yo miraba y esperaba que hubiera un accidente. Miraba cómo se rozaban los vehículos, parecía que iban a golpearse, envistiéndose hasta el momento justo de apretar algo el freno. Pero no hubo golpes porque entendí que en medio de aquel caos había un orden que no necesitaba reglas. Quizá nos metieron demasiados miedos, demasiadas normas, y ahí surge el problema. En esa rotonda, como no hay nada que dicte culpas, nadie se permite acelerar de más porque no podrá inculpar al otro. ¿Y qué sucede? Que todos frenan.

Vídeo: Ismael Pardo Vega

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