La plaza principal, que hace cientos de años servía de posada a viajeros, estaba ahora plagada de discotecas donde la música se estrellaba con nuestras ganas de paz.
Como son 1.200 millones, y yo apenas tengo tres semanas para conocer un porcentaje residual de su territorio, cualquier cosa que diga acerca de China tiene más o menos la validez de lo que diga de Noruega, donde no he estado nunca.