Sangre de pollo contra el ébola: ¡malditos curanderos!

¿Por qué un hombre infectado de sida puede violar a su hija porque cree que tener sexo con una niña virgen le curará? Las creencias desempeñan un papel causal en la conducta, y hay conductas que no pueden ser respetadas ni entendidas. Un miserable que le practica la ablación a su hija es un miserable, se ampare en la creencia que se ampare.

“La comedia de la existencia no ha tomado aún “conciencia de sí misma”, y todavía estamos en la época de la tragedia, en la época de las morales y de las religiones”
Nietzsche, La gaya scienza

Todos los que llevamos por aquí un tiempo hemos aprendido a respetar que vivimos en una cultura diferente, con creencias ancestrales que no podemos ni debemos manipular. Pero, a veces, el respeto se nos va de las manos y se convierte en cobardía o comodidad. ¿Por qué tenemos que respetar que haya enfermos mentales tratados como malditos, apaleados, e incluso quemados vivos? ¿Por qué un hombre infectado de sida puede violar a su hija porque cree que tener sexo con una niña virgen le curará?

A veces, el respeto a creencias ancestrales se nos va de las manos y se convierte en cobardía o comodidad

Las creencias desempeñan un papel causal en la conducta, y hay conductas que no pueden ser respetadas ni entendidas. Un miserable que le practica la ablación a su hija es un miserable, se ampare en la creencia que se ampare. Aquí van algunos ejemplos de casos registrados en Nairobi:

1-Rose tuvo una crisis aguda de esquizofrenia, los familiares no quisieron ingresarla y se la llevaron a casa. Cuando a la semana siguiente encontraron su cuerpo sin vida (atado a unas cadenas, junto a un cuenco con agua y a un cuenco con restos de comida) los familiares explicaron que el curandero del pueblo había propuesto un ritual para expulsar al demonio de su alma mediante ayuno y rezo. Rose murió porque –según palabras de su padre- el demonio al salir de su cuerpo estaba enfadado. Nadie fue capaz de decirle “señor, se le ofrecieron los medios para tratar a su hija de forma gratuita y usted ha optado por encadenarla y dejarla morir de inanición. Es usted un miserable”.

Rose murió porque, según palabras de su padre, el demonio al salir de su cuerpo estaba enfadado

2-Martha tiene 9 años, su madre la trajo al hospital porque a su edad no controlaba los esfínteres. Nos contó por encima, como quien cuenta que la niña tiene problemas en el colegio, que el padre había tenido sexo con la niña hacía dos años, y fue entonces cuando la niña empezó a hacerse pis encima. El padre había muerto hacía unos meses y la mujer no se explicaba por qué su marido había enfermado si había tenido sexo con su hija precisamente porque ambos sabían que esa era la única solución para librarse del sida. Ninguno de los médicos que había en la consulta dijo nada. Nadie le dijo a esa mujer “señora, usted y su marido son unos grandísimos miserables”.

En Kenia hay muchísimos programas para pacientes con sida en los que se les explica todo el proceso de la enfermedad, en los que se les da medicación gratuita, en los que incluso se les ingresa sin costes en caso de que sea necesario. Si alguien recurre a la violación de una niña (que no es un hecho puntual) lo peor que se puede hacer es entenderlo, excusarlo o cubrirlo.

La mujer no se explicaba por qué su marido murió de sida si había tenido sexo con su hija, para ella la única solución para librarse de la enfermedad

Me llama mucho la atención la hipocresía de los medios de comunicación de este país, que de vez en cuando publican alguna noticia hablando de algún caso parecido como si fuera algo excepcional. Son casos mediáticos que terminan con la condena del violador, del asesino o del miserable de turno. Casos que, si el lector no conoce bien la realidad de la Kenia rural, pueden hacerle creer que son una excepción. Pero no lo son. Hay muchísimas injusticias que se camuflan con la pobreza, con la falta de medios, con la ignorancia, y que no por ello han de dejar de ser castigadas o denunciadas.

3-Ayer un paciente con gastroenteritis aguda explicó que beber la sangre fresca de un pollo al día era el remedio más eficaz contra el Ébola. Por si acaso. Por si llega a Kenia. A él le funcionaba, decía, y lo había contrastado científicamente hablando (sin contagiarse) con un congoleño que tenía tos.

Muchísimas injusticias se camuflan con la pobreza o la ignorancia, pero no por ello han de dejar de ser castigadas o denunciadas

4-Meterse cebolla recién cortada en la vagina después de tener relaciones sexuales previene los embarazos no deseados y el sida.

5-La cura para la esquizofrenia y el retraso mental es encerrar al enfermo en una habitación con huesos de cerdo colgando del techo. Hasta que se le pase.

Y podríamos escribir un libro con remedios descabellados y dañinos, pero esto es sólo una queja, un enfado, un llamamiento para que dejemos de observar estos casos como si fueran un espectáculo exótico o rasgos de la identidad cultural de un pueblo. Dejemos de contarlo como anécdotas y contémoslo enfadados, denunciemos, dejemos de confundir empatía con cobardía, permitámonos el derecho a que no nos parezca normal. Dejemos de justificar lo injustificable.

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