Es irremediable, la imagen de un lago invita a la siesta de los sentidos, transmite paz y el espíritu inquieto de un viajero suele encontrar el sosiego en sus orillas. Los lagos son un buen punto de partida y un final hermoso.
La primera vez que vi el Baikal me pareció extraordinariamente azul. Es tan azul que creo que cualquier otra cosa azul será a partir de ahora una versión azulada del Baikal. Es Inmenso, sereno y rodeado de montañas. Tiene forma de luna menguante y puede presumir de ser el lago más profundo del mundo