Por:
Daniel Landa (Texto) D.Landa / Sonia García (Fotos)
Yo creo que bucear es sumergirte en un sueño, que todo es mentira, porque no es posible tal coordinación de algas y peces que no se tocan, de barracudas y anémonas, de aletas irisadas y de silencio, todo a la vez, como una poseía marina.
Por:
Daniel Landa (Texto) D.Landa / Sonia García (Fotos)
"No hay fiestas histriónicas, ni macarras en moto, ni chicas vendiendo una noche de verano, ni chiringuitos de playa. En la isla de Santa Cruz sólo se escucha el sonido de las olas y el aleteo de los pelícanos."
Estábamos en medio del desierto de Judea, en pleno mes de julio, visitando la ciudad habitada más antigua del planeta. El agua da vida a los árboles frutales, al comercio, a la vida, en este desierto insoportable, donde todo es arena y sol.
Una canoa bastó para atravesar colmillos. Ese era el plan, navegar el río más poblado de bestias que existe en el mundo, remar entre hipopótamos y acercarse con sigilo a los búfalos y a los cocodrilos. Vivir áfrica a ras de agua proporciona al viajero una sensación de tensa armonía, el placer de lo salvaje.
Se anuncia como se anuncian los piratas: con un par de tibias y una calavera. Así se presentaba uno de los parques naturales menos naturales de África. La costa de Namibia no quiere intrusos pues la naturaleza libra su propia batalla de arena y agua.
No convenía mencionar nuestra condición de periodistas y aún podríamos pasar por estudiantes de Turismo en busca de aventuras, camino a Azerbaijan. Decir que viajábamos de Palencia a Singapur para hacer un documental era tal vez demasiado surrealista para aquellos rusos concentrados en los ataques chechenos.
La mañana del 28 de septiembre de 1999 las fuerzas chechenas abandonaron la región de Daguestán rendidos al poderío militar ruso. Esa misma mañana, nosotros viajábamos en un Ford Mondeo lleno de pegatinas de patrocinadores por los caminos que se acercaban a la frontera entre Chechenia y Daguestán.