Olmeda es pueblo de artistas (numerosos pintores han fijado aquí su residencia huyendo del bullicio de Madrid y buscando la serenidad que aviva el talento), de cuestas empinadas y panorámicas que invitan al sosiego. Pero para el viajero es, sobre todo, el pueblo de Pedro Páez, el descubridor de las Fuentes del Nilo Azul olvidado por todos.