Nos sentamos en una mesa, extendemos un mapa y comenzamos a soñar. Ese es el ejercicio que más me gusta hacer con mi amigo Víctor Hugo, el de con una calculadora en una mano y una copa de vino en la otra, comenzar a sumar kilómetros y sueños en proporción inversa, que los dos tenemos cierta tendencia a imaginar los números cuando hay un mapa delante.
Lo hacemos en el restaurante del hotel Villas do Indico, su lodge y de Ana Paula, ya algo mío también, y nos lleva siempre a lugares sorprendentes, pasados y futuros, con aristas y esquinas, en los que la única decepción una vez que ya hemos cerrado la ruta es: ¿Y si llegáramos ya hasta allí también? (con la peculiaridad de que el hasta allí son quizá 2.000 kilómetros).
Vine a aportar cambios de aceite a los carros
Yo llegué a esta aventura que es este maravilloso hotel a ser el tipo que ideara las expediciones que realizamos en 4×4. Luego acabé remando en todas las direcciones, cosas de la causalidad, pero nunca olvido que vine a aportar cambios de aceite a los carros. Y así contemplo un 2013 de carreteras de arena donde atravesar buena parte del sur de África en retornos sin idas.
El menú es completo. Volveremos a vender nuestra ruta, ideada con esta revista, de Sudáfrica, Mozambique y Malaui. Siempre da cierto rubor decir que has hecho algo bien, pero esa ruta la hicimos bien. Es un viaje completo, lleno de momentos únicos en los que descubrir partes menos turísticas del sur de este continente. Es una ruta que se ideó entre cuatro amigos que lo pasaron en grande diseñándola y testándola durante 40 días de viaje inolvidable. Creo que en parte esa energía está en ese viaje. Fue un viaje feliz que ahora ofrecemos a los otros. Será en julio y agosto, espero, a gusto del consumidor.
Volveremos a vender nuestra ruta, ideada con esta revista, de Sudáfrica, Mozambique y Malaui
Para el 6 de octubre, si nada lo impide que la fecha ya está fijada, haré un viaje que será una auténtica aventura. Para nosotros los españoles, que en estas tierras lo único importante que hemos realizado es ganar la Copa del Mundo de Fútbol, la ruta tiene poco significado emocional, pero para un portugués ese viaje es un reconocimiento a un pueblo, el suyo, que tuvo el coraje de “descubrir” con sus barcos la mitad del planeta. Haremos el Contracosta, de Angola a Mozambique, siguiendo los pasos de dos exploradores lusos, Capelo e Ivens, que si hubieran nacido cerca de Oxford habrían protagonizado por sus hazañas ya unos cuantos filmes que los elevarían a los altares de Livingstone o Stanley.
La idea, de nuestro amigo Antonio Malo, es seguir los pasos de aquellos aventureros con algunas modificaciones. Lo que pretendemos es desde Cataratas Victoria seguir el curso del río Zambeze, siempre me ha fascinado navegar por sus aguas, hasta su desembocadura. No sabemos aún cómo, estamos en ello, en hacerlo, aunque por mucho que planifiquemos es evidente que nos enfrentaremos a algún imprevisto, pero sabemos el por qué: porque nos da la gana y nos apetece. No creo que haya mejor razón para empezar un viaje.
Lo que pretendemos es desde Cataratas Victoria seguir el curso del río Zambeze
También tenemos este año rutas que nos llevarán lejos, a una de las zonas más bellas de África, el norte de Botsuana, Namibia y mi añorada Ciudad del Cabo. Ese es quizá el viaje más bello que yo he hecho por estas tierras. Cataratas Victoria, Chobbe, el Okavango, Ethosa, Costa Esqueletos… Es como si todos los días te ofrecieran la oportunidad de levantarte en un lugar único para dormirte después en uno mejor. Será entre marzo y mayo o será cuando haya un grupo que nos diga “vamos”, que nosotros estamos dispuestos, con los todoterreno esperando, a las ganas de los demás.
Nuestro viaje desde Johannesburgo hasta Vilanculos abierto todo el año
Por último, o penúltimo hasta que me vuelva a sentar con Victor Hugo en una mesa, tenemos nuestro viaje desde Johannesburgo hasta Vilanculos abierto todo el año. Este año lo hice ya dos veces y creo francamente que no hay mejor manera de llegar hasta nuestro hotel. Cruzar el Blyde River Canyon, perderse en el Kruger, recorrer el invisible Limpopo y amanecer en la playa de Chizavane o en la laguna de Chindenguele antes de llegar a nuestra relajante casa de Vilanculos, me sigue pareciendo un privilegio por muchas veces que lo haga.
Esos son los planes que tengo para 2013 que tiene que ver con la única cosa que pedí cuando veía el año pasado desaguar en una playa del Índico: viajar.
Para cualquier información sobre estas rutas, escribir a jbrandoli@hotmail.com o villas.do.indico@gmail.com
