Jordania y Jerusalén: descifrar el enigma del desierto

Un recorrido distinto en el que el guía no enseña los lugares, los explica. La importancia del fondo para poder admirar la forma. Un arqueólogo sirviendo de intérprete de todo lo que se ve y tropieza en esta fantástica ruta.

Hay lugares que parecen hechos de humo. Como si pudieran desvanecerse por un golpe ligero del viento. Jordania forma parte de esa leyenda, la de tener un alma de fina arena que sólo perciben los nómadas del desierto. El país es tierra de leyendas bíblicas, ciudades perdidas y de largas jornadas envueltas en el mito de Lawrence de Arabia. Un lugar mágico y poco explorado que emana romance y misterio. Si estuviese localizado en otra región del mundo, no hay duda de que Jordania estaría inundada de turistas. Pero precisamente la fuente de su fantástica riqueza de sitios de interés se debe en gran medida a su aislamiento. Es allí, en esa lejanía, donde todo cobra sentido en este enclave oculto por la niebla del desierto.

Es allí, en esa lejanía, donde todo cobra sentido en este enclave oculto por la niebla del desierto

Viajar por Jordania y Jerusalén significa viajar no sólo a uno de los destinos más bellos del planeta sino viajar en el tiempo. Siempre podrás admirar los increíbles desiertos de Wadi Rum, la única Petra con su aire de aristocracia y arcilla, perderte por las calles de Jerusalén, inicio y final de todo. Todas estas experiencias te las encontrarás en un viaje creado más para entender que para ver. Un viaje con la filosofía de Viajesalpasado y del que nos sentimos cercanos (por eso lo recomendamos). Un recorrido distinto en el que el guía no enseña los lugares, los explica. La importancia del fondo para poder admirar la forma. Un arqueólogo sirviendo de intérprete de todo lo que se ve y tropieza en esta fantástica ruta.

Una ruta en la que profundizar en la información de nuestras raíces en el área de Petra, cuando los humanos hace unos 10.000 años decidieron dejar de ser nómadas para convertirse en sedentarios e iniciar así el proceso que nos conduciría a la civilización. O como más tarde, cuando los judíos salieron del desierto huyendo de la ira del faraón y pudieron contemplar su Tierra Prometida desde el Monte Nebo, donde Moisés fue enterrado.

Por esta ruta pasaban lo más increíbles y valiosos productos que el mundo de aquella época podía disponer

Entenderás cómo Petra primero y Bosra y Palmira después, fueron las ciudades claves en una de las más grandes rutas comerciales: la Ruta de la Seda. Por esta ruta pasaban lo más increíbles y valiosos productos que el mundo de aquella época podía disponer: oro, incienso, mirra, seda, lapislázuli … y ciudades como Petra, pero también Amman o Jerash prosperaron y disfrutaron de este comercio hasta convertirse en auténticas metrópolis llenas del lujo y glamur romano y oriental.

Para el final esa ciudad sagrada para todos, inicio y final como una sentencia que arrastra consigo: Jerusalén. Judíos, musulmanes y cristianos han hecho de esta ciudad lugar sacro para miles de millones de personas que buscan entre los restos de sus antiguos monumentos los orígenes de su fe. Aquí, las mezquitas, iglesias o sinagogas, las referencias de la Torá, el Corán o del Nuevo Testamento, se encuentran en cada esquina y uno no deja de respirar santidad mientras camina por sus calles. La mezcla cultural y religiosa es total y absoluta, pero en este viaje intentaremos acercarnos más a la primera, dejando la segunda a cargo de cada uno.

El misterio y la belleza de la mano de quien sabe descifrarla, al menos, de quien entiende algo mejor que el resto el complicado código del lenguaje de las ciudades del desierto: un arqueólogo.

Kuoni con la colaboración de Arqueonet, organiza este Octubre una ruta por Jordania y Jerusalén con el acompañamiento de un Arqueólogo. Si quieres apuntarte a la ruta entra en www.kuoni.es

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