El viajero y la nostalgia (II y fin)

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Miro por la ventanilla del avión de British que me lleva a España, previa escala en Johannesburgo. Poco a poco voy perdiendo la imagen de la Table Mountain hasta hacerse imposible retener su silueta. Simbólica imagen. Se acabó Ciudad del Cabo, se acaba por ahora África. Que rápidos son los finales.

Me acomodo en el asiento y comienzo a pensar todo lo vivido en estos meses, sin duda el año y medio más fascinante de mi vida. Sirva este post como empuje para todos los que quieran tomar la decisión de perderse por el mundo en lugares que parecen inaccesibles. No lo son. No soy un explorador, ni me dedico a trepar montañas y sobrevivir en desiertos, ni hablo seis idiomas, ni mis manos son de acero, ni… Soy un tipo normal, perdido ya algunas veces en los mapas, que un día decidió irse a vivir a Sudáfrica, como podía haber sido a otro sitio, a trabajar como periodista y viajar.  La clave, recuerdo allí sentado, fue que llegué sin buscar ni esperar nada. Es sólo un “consejo”: ni huyan den nada, ni esperen nada…entonces encontrarán algo.

África fue descubrir lo inservible del tiempo. Creo que eso es lo que más me ha marcado de este lugar. No llevaba reloj por primera vez en muchísimos años, no tenía sentido. Es una estupidez, un detalle en el que resumir otra forma de divagar por la vida. ¿Qué sentido tiene un reloj en un lugar donde los conductores de los autobuses públicos paran a hacer la compra sin que nadie proteste o en el que los ferrys son elásticos y no salen hasta que están tan cargados que no levantan un palmo del agua? ¿Qué sentido tiene un reloj en un canal del río Zambeze, cuando esperas que dos leones se acerquen a beber casi de tu mano? (No hay tiempo en esa espera, hay sólo espera para poder contemplarlo).
África fue sin duda su naturaleza. Avasalla hasta hacerte sentirte siempre un extraño. Se muestra a su antojo, sin cita previa, que ahí está su secreto. Un museo con vida en el que nunca sabes dónde mirar. África fue sus cielos a deshoras. En los amaneceres el sol sale despacio y pinta el fondo de tonos rojizos; en el atardecer cae a plomo, veloz, vomitando toda la gama de colores; por la noche es más fácil, se pinta sólo de blanco con algunas motas negras.

África, en fin, fue el caos, el ruido, el movimiento sin dirección, la brújula sin imanes, las playas de canela, las hogueras desperdigadas de los arrabales, la luna llena en cuarto menguante, los quejidos en la oscuridad de los animales, la pobreza obscena

África fue su gente. Me llevé tantas sonrisas y carcajadas gratuitas como veces en las que sorteé la petición de pago por muecas sin encargo. Lo que yo me llevo de los africanos es su inocencia en el intento, sus niños siempre alegres, sus  mujeres siempre trabajando.

África, en fin, fue el caos, el ruido, el movimiento sin dirección, la brújula sin imanes, las playas de canela, las hogueras desperdigadas de los arrabales, la luna llena en cuarto menguante, los quejidos en la oscuridad de los animales, la pobreza obscena, la riqueza insultante, la corrupción sin complejos, los jardines de espino, las viejas canciones de alma negra, los bailes improvisados en el asfalto, las carcajadas a destiempo, los amigos sin nombre, los ríos violentos, los desiertos demasiado desiertos, los mercados de escombros, los libros sin tapas, la Roja, las ceremonias de lo absurdo, los hoteles de acuarela, los vinos sin corcho, las camas sin sábanas, las caras felices, las cenas con velas, su pelo rubio y sus ojos verdes, los sueños hechos realidad. África fue y será el lugar al que siempre volver.

P.D. Creo que en 2012 lo haré.

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Comentarios (11)

  • Ana

    |

    Lo harás y nos lo contarás… Ganas inmensas de que lo hagas, aunque los que nos quedemos te volveremos a echar de menos. (ensanche)

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  • julia

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    Nunca he visto tantos topicazos juntos sobre África. Menos mal que vuelves a europa a contar todas las batallitas…

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  • javier

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    Hola Julia, gracias por tu crítica constructiva y argumentada. La tendré en cuenta para próximos post.
    Ana, ojalá vuelva pronto y quizá nos veamos por allí.

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  • Kawil

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    Pues yo creo, Julia, que resulta muy difícil hablar de tópicos en un relato escrito de forma tan personal. El párrafo final está cargado de experiencias intransferibles: «las carcajadas a destiempo, los amigos sin nombre, los ríos violentos, los desiertos demasiado desiertos, los mercados de escombros, los libros sin tapas, la Roja, las ceremonias de lo absurdo, los hoteles de acuarela, los vinos sin corcho, las camas sin sábanas… » Yo no veo tópicos, veo a un tipo desbordado en imágenes y algunas, incluso, nos alcanzan y nos inspiran.

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  • Mere

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    Javier ¿de veras no sabes lo afortunado que eres? Piensa en tantos que nos limitamos a leer y escuchar, fantaseando. Has sido nuestros ojos y oídos en la aventura, pero el viaje es tuyo y solo tuyo, los demás solo miramos. Lo que allí has vivido es parte de ti, te ha convertido en otra persona con experiencias y cualidades que ya nadie te arrebatará jamás. El último párrafo es simplemente delicioso, gracias una vez más.

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  • javier

    |

    Mere, sí que sé lo afortunado que soy: mucho, un montón. Gracias por seguir esta aventura, ahora seguiré contando otras historias.
    Kawil, es evidente, como todo lo que escribo aquí en esta sección, que se trata de sensaciones personales. No me considero nadie para decirles cómo es África, hablo de la mía. Abrazo

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  • ander

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    Julia, criticar «topicazos» y «batallitas» sí que es en sí mismo un monumental topicazo, y hacerlo sin un solo argumento, toda una exhibición de osadía muy habitual en nuestro país. Ardo en deseos de conocer tus razones, que seguro serán originalísimas. Mientras tanto, seguiré disfrutando de los relatos de Javier, que siendo personalísimos, me parecen muy reveladores para los que no estamos tan viajados como seguro lo estás tú.

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  • Eduardo

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    Muy grandes el relato y el autor. Quienes leemos las historias de Javier sobre África sabemos que huye de los tópicos, contándonos aquello que ve y siente, tal y como sea. Como bien dice Ander, seguiremos disfrutándolos.

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  • javier

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    Eduardo y Ander, aquí nos dedicamos a contar viajes personales y sensaciones. Efectivamente hay que seguir este blog para saber lo que he contado. Creo que los tópicos han sido más bien derrumbados en muchos casos y en otros confirmados. ¿Son verdad? No, sólo es mi visión. Gracias a ambos.

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  • Goyo

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    Enhorabuena amigos por el nuevo diseño y por los buenos textos que hay dentro de él.

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  • javier brandoli

    |

    Gracias amigo

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