¿Qué te pareció Boston? …preciosa y muy europea

Por: Nacho Melero (texto y fotos)
Previous Image
Next Image

info heading

info content



Paseando por sus calles pensé que un trocito de Europa cruzó también el Atlántico acompañando las ilusiones emprendedoras de aquellas familias de emigrantes ingleses a principios del s.XVII. Peregrinos que fueron a buscar mejor fortuna en una tierra llena de oportunidades a la que bautizaron como Nueva Inglaterra. Actualmente en la Costa Este infinidad de lugares tienen su “nombre gemelo” en la gran isla de Europa.

En un Airbus 340 de Iberia viajaba con mi mujer, y el pequeño que bucea en su interior, cuando Laura me dijo; “cuántas embarazadas habrán cruzado a vela este océano y cuántos peligros habrán afrontado. Es alucinante pensar que ahora lo haces a 1000 km/h”

El mundo es hoy un pañuelo de dimensiones reducidas. La lástima es que haya unos cuantos canallas que se empeñan en llenarlo de mocos.

El aeropuerto está a muy poca distancia del centro de la ciudad. El “skyline” bostoniano es más bien bajito, y te dan la bienvenida edificios de más de 300 años. “¿Es esto EEUU?” un agente aduanero con 150 kilos de sobrepeso y movilidad reducida me lo recordó. De todas maneras en el Nuevo Continente ¡Boston destila un aroma añejo!

El mundo es hoy un pañuelo de dimensiones reducidas. La lástima es que haya unos cuantos canallas que se empeñan en llenarlo de mocos.

En la ajardinada Commonwealth Ave, encontré una excepción para no odiar la esclavitud. Phillis Wheatley, nació esclava en 1753 y murió 31 años después siendo la primera escritora negra en publicar un libro. Sus dueños le dieron acceso a esa educación que siempre necesita la libertad y con su obra “Poems on various subjects” atrajo incluso la atención de un tal George Washington.

Eran los tiempos  en los que los “patriotas” debatían acerca de cómo combatir la opresión inglesa. El “Freedom Trail”, que une 16 puntos neurálgicos de la ciudad histórica con una línea roja aladrillada, conecta los edificios laicos e iglesias donde se cocía la revolución que marcaría el principio de un nuevo país.

En ese recorrido encontramos un concierto callejero de estudiantes de ópera de Berklee College of Music. Muchos cantantes inundaban con sus voces el espacio abierto de la pequeña plaza Paul Revere Mall. Nos sentamos, apagamos el reloj interno que acompaña al viajero, y nos dejamos llevar por aquella deliciosa casualidad.

Hablar de Boston es además invocar a los dioses innovadores, científicos, algunos humanistas y sobretodo tecnológicos.

Nuestro hotel estaba en Back Bay, una zona de moda por sus cuidadosamente destartalados cafés.

Hablar de Boston es además invocar a los dioses innovadores, científicos, algunos humanistas y sobretodo tecnológicos.

Desde allí anduvimos más de ocho horas en ir y venir a Harvard, no para preguntar si había plazas disponibles en sus guarderías para nuestro pequeño, sino con el fin de husmear en su académico ambiente. La Universidad se encuentra en Cambridge, un claro ejemplo de esos “nombres gemelos” de Nueva Inglaterra.

Los estudiantes iban apresurados de un lado a otro con sus carpetas, ordenadores y vasos de Starbucks. Intentamos hablar con alguno de ellos, pero su tiempo era limitado. Era julio y los cursos de verano deben de ser muy intensos.

Harvard y su escudo VERITAS se centra más en carreras humanísticas, de letras o ciencias sociales y mueve un presupuesto anual mayor que el PIB de República Dominicana.

Del aparato tecnológico se encarga entonces el MIT, el Instituto Tecnológico de Massachusetts, formando así con Harvard una sinergia perfecta que sirve de Olimpo a esos dioses de distintas disciplinas.

MIT es fuente de intrigas en muchas novelas y de inspiración real para la Humanidad. Hogar del doctor Edgerton, quien hace 50 años congeló la imagen de una bala atravesando una manzana. Hoy de Ramesh Raskar que consiguió lo mismo pero con un rayo de luz a través de una botella de Coca-Cola, ¿y cómo se congela un rayo de luz? La respuesta es Femto, una tecnología capaz de crear un trillón de fotogramas por segundo. Por lo que si aplicaran Femto en la bala y la manzana ¡¡¡tardaríamos más de un año en ver la película entera!!! Con Femto se podrá ver a través de las esquinas y el interior del cuerpo sin rayos-X (recomiendo el video de Ramesh en www.ted.com para asimilar mejor este gran avance)

¿Imagináis que ese pañuelo reducido que alguno quiere llenar de mocos lo intentara hacer sin anestesia? ¡uf, qué dolor! supe por mi hermana que la primera  anestesia con éxito tuvo también lugar en el Hospital General de Massachusetts. Creo de corazón que en ese Olimpo que es Boston y alrededores hay lista de espera para entrar.

Desde MIT si cruzas el río Charles por “Harvard Bridge” vuelves al centro de Boston por “The Esplanade”, un inmenso espacio verde que ocupa varios kilómetros de la ribera y donde todos los bostonianos se reúnen el 4 de julio. Banderas, coronas, diademas, faldas, tops, zapatillas …valen para lucir el rojo, el azul y el blanco ese día tan especial.

Creo de corazón que en ese Olimpo que es Boston y alrededores hay lista de espera para entrar.

Nos habíamos comprado un pícnic, llevábamos un pareo inmenso para sentarnos en el césped y nos rompimos las manos a aplaudir cuando los F-18 de los “Blue Angels” dieron una sonora pasada sobre el río. Cumplíamos “casi” todos los requisitos para ser unos bostonianos más el día de la Independencia, y digo “casi” porque yo lucía La Roja con su estrella en el pecho. Mucha gente me hacía guiños siendo consciente de la fuerza de aquel color en solitario. Fue en el famoso Cheers donde mi orgullo alcanzó su clímax. Un lugareño exclamó; “Congrats Bro!! This colour means pure domination” Me giré con la sonrisa de un niño en busca de Laura, ella reía sin parar viendo mi tremenda ilusión. ¡Gracias Vicente y gracias equipazo! por ese rato que me brindásteis al otro lado del Atlántico.

Boston no nos defraudó a ninguno de los tres. Incluyo al pequeño Mario porque fue paseando por Newbury St, cuando por primera vez noté las patadas de mi hijo. Seguro que pedía que le dejáramos ver aquel lugar del que brota tanta energía, pero la sabiduría maternal le dijo que siguiera ahí dentro haciéndose cada día más fuerte. A cambio le prometió que volveríamos. Quién sabe si a ponerle en la lista de admisión de quienes quieren heredar y aportar parte del gran conocimiento que se respira por allí.

  • Share

Comentarios (7)

  • Gundi

    |

    Muy bien escrito y descrito Nacho!! Yo estuve por alli como ya sabes pero pasear no era tan agradable a15 grados bajo cero…sigue cultivando asi a la gente;porque los que no hayan hecho tus viajes los vivirán y los que los hayan hecho…los revivirán…un abrazo!

    Contestar

  • Juan Antonio

    |

    Gracias Nacho por tu maravilloso relato¡¡¡¡¡ Realmente transmites sentimientos, emociones y experiencias. Y es un enorme placer acompañarte en tus viajes¡¡¡¡¡ Seguro que Mario desde su plácida y acogedora estancia también compartío contigo tu orgullo por el comentario del lugareño.

    Contestar

  • Nacho Melero

    |

    Gracias Gundi!!!! bien sabes la pasión que tengo por viajar, así que si logro transportarte de nuevo y por el módico precio de cero euros. Ni la Ryanair podrá igualar!!!
    Gracias Juan Antonio!!!! es cierto que fue un viaje muy especial y me alegra que te haya gustado y que hayas conectado con esos sentimientos y emociones que he intentado plasmar. Me halaga de corazón que sea así

    Contestar

  • Meli

    |

    Leerte siempre es inspirador…muy bonito relato y muy descriptivo,es como viajar a Boston y ahorrarte el jet lag!!!! Que el MIT se prepare para la llegada de Mario. Enhorabuena por el articulo 🙂

    Contestar

  • Pablo

    |

    Genial artículo, Nacho. ¡Lo expresas tan bien que parece que ya lo he vivido! 🙂

    Contestar

  • Mariasun

    |

    Boston tiene muchas que ver, pero no cabe duda que poder visitarla contigo debe de ser un lujo y un gran placer, porque pones toda tu pasión en lo que cuentas. Me he sonreido en tu comentario sobre la esclavitud, porque me ha hecho recordar aquel otro viaje a la Louisiana, cuando tu hermana (de 13 años) alucinaba con aquellas mansiones de los sureños y tu todo indignado le decias: «Carmen no se te olvide que tenían esclavos!!!!» Ya desde muy joven no has podido con la injusticia. Eso te hace grande. No cambies.!!!!!!

    Contestar

  • el lugareño de Ciudad Rodrigo

    |

    Nacho eres incoparable,despues del reportaje de mi noble Ciudad,ahora te superas comentando lo de nuestro nieto a su abuela y am.

    Contestar

Escribe un comentario