Una cerveza en Cataratas Victoria: la promesa del fin

Por: Javier Brandoli (texto y fotos)

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Mi viaje a África nunca tuvo un fin. No lo tuvo al menos de antemano. Cuando decidí en diciembre de 2009 que me iría a vivir a Sudáfrica dije entre bromas a todos mis amigos que me iba a hacer dos cosas: “A ver a Casillas a levantar la Copa del Mundo y a tomarme una cerveza frente a las Cataratas Victoria”. La primera parte la cumplí un 10 de julio de 2010 en el propio estadio Soccer City”. Genial, nunca lo olvidaré. La segunda tuve la oportunidad de cumplirla en agosto del año pasado cuando pasé por el “humo que truena”, nombre de las cataratas en lengua local, sin pensar que dentro del recinto se desploma el agua pero no hay rastro de la cebada fermentada. Quedó en pendiente la promesa, como si el tiempo aplazara las deudas hasta que sea su tiempo justo.

Las cosas del destino hicieron que iniciara un viaje por Zimbabue, que dos meses antes no estaba previsto, que me devolvía frente a la cascada del Zambeze. El destino pareció llegar para cumplir una pequeña broma y hacerla infinitivo. Nos alojamos en el famosísimo “Victoria Falls Hotel”, uno de esos lugares cargado de tanto encanto como de cuadros de Livingstone y Stanley colgando de las paredes. Tiene el punto añejo de la África colonial que se mantiene para que los turistas se sientan exploradores del siglo XIX y los dueños empresarios del XXI. El humo del gran salto se ve desde la maravillosa terraza-jardín y las habitaciones tienen alguna estrella menos de las que indica la fachada, probablemente por el paso de los años oscuros de Zimbabue en los que ni siquiera aquí llegaba el turismo. En todo caso, el lugar tiene un punto único e histórico incuestionable.

No llevar cámara fue descubrir aquel lugar de nuevo, entenderlo y sentirlo de forma distinta

Me fui al parque sin mi equipo de fotos, que del año pasado tenía ya demasiadas, y con las ganas de sentir uno de los parajes naturales más brutales por los que he pasado. Llevé mi cámara pequeña y la única compañía de mi amigo Fernando y cuatro cervezas cargadas en una mochila para cumplir con las segundas oportunidades. Para mi, que me dedico también a esto de las fotos, diré que las cámaras  se han convertido en una forma de desentender los lugares. Se está tan pendiente de la luz, el foco, el encuadre…que se olvida escuchar el sonido del agua pegando en el infierno. No llevar cámara fue descubrir aquel lugar de nuevo, entenderlo y sentirlo de forma distinta. Me apasionó y enamoró pasearlo con la única razón de los tiempos propios.

Le dije entonces a Fernando que me hiciera una foto. Saqué una de las cervezas, la abrí y de alguna forma se terminó, sin saberlo entonces, que sí intuyéndolo, un ciclo. Lo pensé en algún momento: “¿se termina esta etapa?”. Y miraba, miraba de nuevo el lado del salto de Zambia, en el que el año pasado viví irrepetibles momentos. Y reía con Fernando y esperaba a Bernardo, que me llamó para unirse al grupo, y me volvía a colocar en el precipicio de las rocas donde el agua era un manto que te calaba, y nunca quería irme, y lo retrasaba, y casi me acojonaba saber que empezaba a poner un punto y ¿seguido? al mejor año y medio de mi vida. Así fue mi segundo paso por el “humo que truena”. Así empezó el fin

Este viaje forma parte de la ruta de la agencia Kananga por Zimbabue: Ruta por gran Zimbabue

Ruta Kananga:http://www.pasaporte3.com/africa/viajes/zimbabue-mozambique/zimbabue-mozambique.php

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Comentarios (6)

  • Eduardo De Winter

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    Una manera fantástica de cerrar una etapa, ademas de las narraciones siempre nos quedará el Mundial!!!. Seguiremos disfrutando de las historias que nazcan de la próxima, mucha suerte e informanos.

    Saludos

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  • javier

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    Siguió el viaje Eduardo. Desde ahí seguí por Zimbabue y acabé en un maravilloso lugar en Mozambique; luego volví a Sudáfrica… Me quedan aún algunas aventuras que contar y, desde luego, ya tengo en la cabeza nuevos planes por hacer. De viajar no me canso nunca.
    Un abrazo

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  • Ana

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    Como bien dices, puede ser el fin de un ciclo. EStoy segura de que no es el final de la aventura.

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  • javier

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    La aventura nunca acaba…Creo que pronto comenzará otra tan fascinante como aquella

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  • MereGlass

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    Saco la Fanta del frigo y brindo contigo por tan maravillosa experiencia compartida, seguro que el alto en el camino no es más que un paréntesis, el fin del principio de una legendaria aventura. El humo tronará de nuevo por ti antes de lo que imaginas.
    Mil gracias sinceras, Javier y mucho ánimo en tus futuros proyectos

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  • javier

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    Gracias MereGlass. Espero que te guste el más de mes y medio y tres países de aventura que me quedan por contar. Vendrán otras con las que ya sueño (o preparo). Besos

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