Un lugar en el Mundo

351 artículos

Dante: el libro que duró trece años

Dante no fue un parto, fueron cien. Mi primera novela duro trece años saliendo y entrando en un cajón o abriéndose y cerrándose de un ordenador del que en muchos momentos no fue más que un viejo archivo olvidado. Los tiempos de Dante se explican en el clarificador ejemplo de que el primer borrador se hizo a mano, con bolígrafo y cuartillas, que entonces yo tenía aún confianza en entender lo que era capaz de dibujar con los dedos.

La procesión de los monjes mendigos de Luamprabang

De pronto, cuando ya se colaba el amanecer en el día, entre lo oscuro y lo claro, apareció una larga fila de monjes cargando sus túnicas naranjas como si la tela les naciera de sus hombros, en una absoluta falta de ruido en el que sólo se escuchaban los pasos, la respiración y el abrir y cerrar de sus cestos. Me pareció una imagen bella, serena.

El sexo en Bangkok

En cada planta, en el centro, hay decenas de adolescentes de aspecto, con un simple tanga, bailando en una jaula sin apenas mover el cuerpo por falta de espacio. Alrededor hay siempre decenas de hombre bebiendo y mirando. Todas llevan un número en la braga. Están marcadas.

Corresponsal en México

Vaya aquí por tanto este contrato de mesura, de no sacar rápidas conclusiones, de intentar contar lo importante primero y lo menos importante también, después. De no contarme a mí y sí contar a los otros. Vaya este deseo como un todo al que agarrarme cuando lleguen los egos y las dudas...

Bangkok, más allá de los guetos de turistas

Tuvimos la oportunidad de entrar a la ciudad por la puerta principal, no por la de invitados. Una pareja de amigos de Francesca, ella tailandesa, nos alojaron en su casa y nos enseñaron su ciudad. Y allí, por resumir, todo ganó encanto y realismo respecto al aterrador Bangkok (válido para toda Tailandia en mi opinión) de tanto viajero que acude enloquecido a Khao San Road y alrededores (barrio mochilero).

Etiopía, en diez imágenes

El norte enseña su historia con la frente alta, sabedor de que sus reyes fueron grandes y de que su historia es hermosa. El sur es primtivo, sus tribus son ancestrales, detenidas en el tiempo. Las gentes de Etiopía, las tres veces que allí estuve, me parecieron pícaras, canallas, generosas, cultas y con demasiado peso en sus miradas. Había una cierta tristeza, un campo callado y unas ciudades vivas y libres.

Kenia, en diez imágenes

Una costa de arena blanca y mar azul, un tren decrépito y maravilloso que navega en el tiempo, unos parques donde nunca descansan los sentidos, una capital cosmopolita, un lago de agua azufre, unas tribus del pleistoceno, unos campos de cultivos donde todo crece, una dolorosa pobreza urbana y una gente alegre y capaz. Kenia podría ser el país que mejor resume África.

Tanzania, en diez imágenes

Es la catedral de la vida salvaje africana. Sus parques son majestuosos, probablemente en términos absolutos, em paísajes y animales, los mejores de todo el c0ntinente. Su fama es merecida, se cobra en aullidos de hiena y en pisadas de barro de las eternas manadas de ungulados. La Gran Migración es el espectáculo natural más imponente que nunca contemplé.

Zambia, en diez imágenes

En los parques de Zambia se escucha y contempla a los leones en sus rutinas de caza y siesta. Los animales parecen dueños de todo, de una naturaleza que roza la perfeccción. Quizá Kenia y Tanzania tengan parques más espectaculares y más llenos de vida salvaje, pero en Zambia hice mis favoritos safaris, especialmente en los fabulosos Lower Zambezi y South Luangwa.

Zimbabue, en diez imágenes

Zimbabue es polvo y piedra. Un país casi muerto, un fantasma que sobrevive por inercia, por salvaje. Su campo es cruel, bello, desordenado. Zimbabue es el África de ayer. Sus gentes son cultas y simpáticas pero en sus rostros se intuye el desencanto de todo lo que no les permiten ser. Zimbabue se mata en su pasado sin saber si volverá a nacer.
Tu cesta0
Aún no agregaste productos.
Seguir navegando
0