A cruzar el Himalaya con un conductor novato
Por:
Ricardo Coarasa
Mientras abandonamos Lhasa, manosea cada uno de los botones del cuadro de mando para cerciorarse de para qué sirven. Circula a 50 km/h, sus frenazos bruscos son constantes y toma todas las curvas invadiendo el carril contrario, haya o no visibilidad. Es el conductor del todoterreno que nos debe llevar hasta Katmandú, 1.100 km al otro lado de los Himalayas. Voy a viajar por una de las carreteras más peligrosa de la tierra con un conductor en prácticas. Estoy entusiasmado.