Cuenta la leyenda que un pastor anduvo durante días por las inmediaciones del rio Guadalupe, en Cáceres, en busca de una vaca extraviada. Finalmente consiguió dar con ella pero la halló muerta. Trató de aprovechar su piel y cuando fue a hacerle la señal de la cruz en el pecho el animal se levantó, estaba vivo. Justo en ese momento, al levantar la vista, se le apareció la Virgen y le encomendó la tarea de construir allí una ermita en su nombre. Al ponerse a excavar el pastor descubrió una valiosísima talla de Santa María de Guadalupe, cuyo origen, según algunos códices antiguos, databa del siglo I D.C.
Cervantes, que caminó hasta Guadalupe para ofrecer a la virgen las cadenas con las que había sido encerrado en las mazmorras de Orán
Lo que comenzó siendo una ermita terminó convirtiéndose en el Real Monasterio de Guadalupe, que durante siglos dio cobijo a cientos de peregrinos que viajaban hasta allí para encomendarse y dar gracias a la Virgen. Un lugar que visitaron reyes, papas, conquistadores como Colón y Hernán Cortés e incluso ilustres escritores de la talla de Unamuno o Cervantes, que caminó hasta Guadalupe para ofrecer a la virgen las cadenas con las que había sido encerrado en las mazmorras de Orán, según consta en los libros de visita del monasterio.
Hoy la localidad de Guadalupe (Cáceres) es el centro histórico y monumental de la comarca de las Villuercas. Un lugar espectacular de una belleza geológica y natural única. La zona, que engloba a 19 municipios en los que viven alrededor de 15.000 personas fue declarada Geoparque a finales de 2011 debido a la sucesión de montañas paralelas que jalonan esta sierra y que configuran su característico relieve apalachense. Toma este nombre de los montes Apalaches en Estados Unidos, ya que cuando en la tierra sólo había un continente formaban parte del mismo macizo montañoso.
Un extenso recorrido de 257 km. en donde convergen patrimonio histórico, artístico, cultural y paisajístico
Aunque el Camino Real tiene dos inicios (Madrid y Toledo) ambos convergen en la localidad de La Mata desde donde parte la única vía de peregrinación hacia el sur, hacia el Monasterio de Guadalupe. Un extenso recorrido de 257 km. en donde convergen patrimonio histórico, artístico, cultural y paisajístico.
A lo largo del recorrido dejaremos atrás una veintena de municipios: Aranjuez y sus palacios imperiales, la histórica villa de Toledo, Talavera de la Reina, Torrijos y el palacio de Pedro I, Alcañizo, Oropesa, Alcolea del Tajo, Puente del Arzobispo, Villar del Pedroso, Humilladero y su hermosa ermita mudéjar desde donde muchos vieron por primera vez la silueta de Guadalupe, el cerro de Altamira…
El Camino Real de Guadalupe fue una de las vías de comunicación más usadas por romanos y árabes pero no fue hasta la construcción del Monasterio de Guadalupe, en el siglo XIV, cuando su papel se convirtió en determinante.
Alfonso XI y su hijo Pedro I favorecieron la creación del Priorato Secular de Guadalupe y la construcción de un Santuario. Con la conquista de Sevilla, que desplazó la corte castellana hacia el sur y que dejó Santiago bastante más alejado para las peregrinaciones, Guadalupe adquirió un papel protagonista. Fueron los Reyes Católicos quienes popularizaron el Camino Real con sus constantes viajes a éste Monasterio: dieciséis veces viajo la reina Isabel a Guadalupe y al menos en siete ocasiones, según los historiadores, utilizó este camino.
Fueron los Reyes Católicos quienes popularizaron el Camino Real con sus constantes viajes a éste Monasterio
La designación de Camino Real no llegó hasta el reinado de los Austrias. Esta vía se empleaba tanto para el tránsito de personas como para el de mercancías. Era una ruta de primer orden, estratégica y vital para mantener la comunicación ya que se empleaba para transportar el correo real de manera más rápida y segura. Los caminos reales pertenecían al rey y no podían ser invadidos, ni allanados.
Guadalupe conservó su carácter peregrino hasta el siglo XVII. Tras la escisión de Portugal, y con los Borbones al frente del reino, el centro de devoción de reyes y peregrinos volvió a desplazarse a Santiago de Compostela y Guadalupe fue perdiendo presencia y proyección.