No son viviendas humanas estas que se alinean sobre el barro, sino rediles para animales, perreras. Hechos con tablones podridos, muretes desconchados, planchas, telas enceradas. Como puerta tienen a menudo tan solo una vieja cortina sucia....
Esos eran tiempos en los que cuando regresaba a Europa escuchaba a la gente quejarse de todo. Algunos me decían que sólo les quedaba jugar a la lotería y yo pensaba que ellos no sabían que la más importante lotería ya le había tocado: nacer en Europa.
Dos días en Moscú dan solo para llevarse una pequeña idea de lo que es esta ciudad de 12 millones de personas, pero son suficientes para tirar por tierra muchas ideas preconcebidas
Todo el viaje fue una ruptura de estereotipos, desde los alemanes retozando por la hierba hasta el cementerio con bicicletas y deportistas, desde nuestra amiga enferma riéndose, bromeando y abrazándonos con cuidado hasta la ilusión sincera de su familia que, lejos de la nube de tristeza imaginada, nos tendieron los brazos de una alegría de verdad.
Desde la localidad noruega de Andenes, en el archipiélago de Vesteralen, al norte del Círculo Polar, parten los barcos que cada día siguen el rastro de los grandes cetáceos