Cruce la calle y un chico que salió de las sombras se abalanzó sobre mi. No logré entenderle, pensé que me pedía dinero, y le dije que no. Justo en ese momento me di cuenta de que le faltaba un ojo, pero instintivamente entré en mi casa
No pasa nada, tu cabeza va perfectamente sujeta a la ventana, tus rodillas dejas de sentirlas en un breve espacio de tiempo y cada bajada de un viajero se convierte en un simétrico Tetris que hace que todas las piezas del interior se tengan que mover para poder desalojar 60 kilos de músculo y carne
Hace una semana que estuve en Khayelitsa, Langa y Guguletu. Hace una semana que mi visión de este lugar ha cambiado. Hace una semana que estoy preparando la vuelta
Son sólo caras, pero hablan por si solas. Cada foto era complicada de entender. Era complicado mirar por el visor y ver que la realidad era la que estaba al otro lado.
Las ciudades tienen siempre un olor personal. Una especie de bofetada nasal que no se te olvida. Siempre que vuelves al mismo lugar recuerdas el olor característico que allí aprendiste a masticar. Ciudad del Cabo no me olió a nada.
¿A ti con machete o con pistola? Típica frase (tómese como una metáfora) entre extranjeros en Sudáfrica con la que comenzar una conversación. Algo así como estudias o trabajas versión sureña y algo tostada.