Entonces apareció Kashia. Vestía un traje tradicional verde claro, llevaba un peinado ingrávido, un tocado discreto y la cara pintada de un color blanco de ángel. La serenidad de su presencia dejaba una estela de silencios a su paso.
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Daniel Landa (Texto) Nacho Melero/D.Landa (Fotos)
“Aquí la fe es como un bosque de bambú, se mece con el viento, cambia, es flexible” La frase la soltó como si tal cosa en menos japonés de los japoneses de la región de Wakayama. Se llamaba Brad y había crecido con las nieves de Canadá. Pero tenía el alma con los ojos rasgados y el corazón enredado en la maraña de credos que estábamos a punto de descubrir.
Nos alejamos de Tokio a 300 kilómetros por hora y llegamos a Hiroshima después de un par de cambios de tren. Yeray, Pablo y yo debíamos acostumbrarnos a los desembarcos que significaban mover el equipo de cámara. En esta ocasión nos acompañaba Nacho Melero, que había llegado a Tokio desde España para compartir nuestros primeros […]
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Daniel Landa (Texto) Nacho Melero/D.Landa (Fotos)
Se podría pensar que en una ciudad donde impera el orden y la reverencia como saludo, la discreción es la pauta habitual de sus habitantes, pero ahí, justo ahí, comienza la parte más desconcertante de la ciudad.